"Otro lío más". Más allá de valoraciones políticas, en uno u otro sentido, el adelanto de las elecciones generales al 28 de abril supone un "buen marrón" para algunos partidos, inmersos en cuitas internas, más o menos virulentas, relacionadas con la elección de candidatos a las autonómicas y municipales. Situación a la que ahora se le suma todo el trabajo y las dudas de una intensiva campaña para los comicios nacionales. Y, en concreto, la decisión de Pedro Sánchez eleva la preocupación ante posibles coaliciones: la repetición de los acuerdos entre PP y Foro y Podemos e IU.
En el lado derecho del tablero, Carmen Moriyón, presidenta de Foro, ya suspira por ir de la mano del PP a las generales y ayer inició el cortejo público. La coalición en los últimos comicios generales "fue un éxito, debería repetirse", aseguró ayer. Pero, si por un sector mayoritario del PP asturiano fuera -y, en especial, por el más afín a la candidata autonómica, Teresa Mallada- el cortejo terminaría en una "cobra" de manual: no quieren lista conjunta para las generales y, ni mucho menos, para las regionales.
Aún así, Moriyón insistió ayer, enumerando beneficios que, bajo su punto de vista, trajo la coalición con el PP. "Permitió tener influencia a Asturias en Madrid y pelear por las cuestiones importantes para la región", recalcó, asegurando que el gobierno central de Mariano Rajoy cambió de actitud respecto a proyectos como el plan de vías de Gijón tras el entendimiento entre ambos partidos. Curiosamente, ella fue una de las alcaldesas de Foro reacias a hacer campaña conjunta con el PP en aquellas elecciones generales.
Teresa Mallada, por su parte, acudirá el lunes a la reunión del Junta Directiva Nacional, donde se marcará la estrategia electoral a seguir. De allí saldrá con la directriz, que debería marcar si hay coalición o no con Foro. Ella confía en que ni se valore en Génova una posible alianza. Máxime tras quedar demostrado el proceso de "descomposición" del partido forista, que está sufriendo bajas escalonadas en diferentes concejos. Algunas de ellas notables y que pueden convertirse en fichajes de peso para el proyecto de Mallada.
Pero si a la derecha se puede producir la "cobra" del PP a Foro, a la izquierda puede originarse un matrimonio forzoso. IU de Asturias, envuelta en turbulencias internas y sin haber conseguido definir siquiera un candidato de consenso para sus primarias, afronta un nuevo pleito que puede acabar en lío. El rechazo frontal de la mayoría del partido en la región a la confluencia con Podemos, en contraposición al amor entre las ejecutivas de ambas formaciones en Madrid, lideradas por Pablo Iglesias y Alberto Garzón, amenaza con producir un nuevo choque de trenes. El coordinador general de IU en Asturias, Ramón Argüelles, aseguró ayer que la posibilidad de repetir la concurrencia en Unidos Podemos "la van a decidir las bases", que "el coordinador es uno más a la hora de votar" y que sus afiliados "nunca se equivocan" al tomar estas decisiones.
Lo cierto es que, a tenor de los estatutos, IU de Asturias debería asumir la directriz que le imponga la dirección federal, fanática de la confluencia y que, no obstante, podría abrir consulta a la militancia. En cualquier caso, fuentes de la dirección regional recalcan que existiría la posibilidad -otra cosa es que suceda- de que Garzón dejase flexibilidad a ciertos territorios para que decidan concurrir fuera de la confluencia, toda vez que, recalcan, "a nuestros votantes asturianos no les gusta Unidos Podemos". Una autonomía que, dadas las tiranteces entre Garzón y la filas asturianas de IU, es fácil que no les sea concedida.
A todo ello se suma que, tanto a la derecha como a la izquierda, podría darse la dicotomía de que los partidos fuesen en coalición a las generales y, apenas un mes después, separados en las autonómicas. "Sería marear al votante", sentencia un dirigente asturiano de IU.
