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La Vicepresidencia de Ribera sitúa la política climática delante de la industrial

La responsable de Transición Ecológica retiene el área de Energía, pese al rechazo de los empresarios, y gestionará los nuevos fondos mineros

Teresa Ribera, conversando con Belarmino Feito el pasado 14 de octubre en Oviedo. LUISMA MURIAS

El presidente de la Federación Asturiana de Empresarios (FADE), Belarmino Feito, reclamó en más de una ocasión a la ministra Reyes Maroto que ejerciera "sus funciones" y defendiera a la industria asturiana ante los efectos de la transición energética acelerada que se propugnaba desde el Ministerio para la Transición Ecológica, pilotado por Teresa Ribera. Feito dejaba caer que ambas ministras no estaban al mismo nivel de decisión dentro del Gobierno de Pedro Sánchez. El nuevo organigrama del Ejecutivo deja claro ahora el desequilibrio que ya intuían entonces los empresarios. Con Teresa Ribera como Vicepresidenta, la política climática se sitúa, en rango, por encima de la industrial, que seguirá en manos de Maroto, la ministra que sofocó el fuego que hubiera supuesto el cierre de Alcoa.

Pedro Sánchez ha colocado entre sus prioridades hacer frente a "la emergencia climática" y Ribera ya tiene galones para echar más leña a una descarbonización que ya ha dejado fuera de juego a las centrales térmicas de carbón de Asturias y amenaza a la gran industria regional, intensiva en consumo energético y en emisiones de CO2 . Tras conocerse que sería vicepresidenta para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, el secretario general de UGT de Asturias, Javier Fernández Lanero, destacó que hacer frente a la "emergencia clímática" debe ser "compatible" con hacer frente "a la situación de emergencia industrial que vive Asturias derivada de una crisis energética que pone en riesgo la competitividad de sus industrias". Dos emergencias que se abordarán desde departamentos con distinto rango.

La patronal de la siderurgia, Unesid, también esperaba que en el nuevo Ejecutivo no se repitiera la separación de los departamentos de Industria y Energía. La asociación que agrupa a empresas como ArcelorMittal, de la que dependen más de 5.400 empleos directos en Asturias, afirmaba que la experiencia reciente, con la política industrial en manos de Maroto y la energética integrada en el Ministerio para la Transición Ecológica de Ribera, habia sido "descorazonadora". En el nuevo Ejecutivo, Industria y Energía seguirán separados y tanto Unesid como AEGE, la asociación empresarial que agrupa a las grandes industrias electrointensivas (en la que están Arcelor, Asturiana de Zinc o Alcoa) echaron en cara recientemente a Ribera que el Gobierno en funciones blindara el dinero de las renovables y aplazara la rebaja de la luz a la industria al no aprobar el estatuyo del consumidor electrointensivo. La aprobación de esa última medida para garantizar la competitividad de la industria asturiana frente a la de otros países europeos en los que los costes energéticos son menores, es una de las principales demandas del Gobierno de Asturias junto a la necesidad de que no haya perdedores en el proceso de descarbonización.

La transición "justa"

El vicepresidente del Principado, Juan Cofiño, considera que Teresa Ribera "sí que está convencida de la necesidad de llevar a cabo una transición energética justa", por lo que confía en que va a llevar a cabo ese proceso "sin abandonar a ningún territorio ni persona". De Ribera dependerá el nuevo Instituto de Transición Justa que gestionará los fondos de reactivación de los territorios afectados por la descarbonización, los nuevos "fondos mineros".

La presidenta del PSOE, Cristina Narbona, fue una de las primeras en celebrar públicamente que Ribera fuera ascedendida a Vicrepresidenta. En su cuenta de Twitter escribió: "Magnífica noticia para España: la transicion ecológica de la economía generará más empleo de calidad, salud y bienestar, combatiendo también el reto demográfico, gracias al compromiso y capacidad de la vicepresidenta Teresa Ribera".

En su época de Ministra de Medio Ambiente, entre 2004 y 2008, Narbona colocó al frente de la Oficina de Cambio Climático a Ribera, una alta funcionaria del Ministerio que en el segundo Gobierno de Zapatero ascendió a Secretaria de Estado. Tras la llegada de Mariano Rajoy al Gobierno, Ribera cruzó la puerta giratoria a la empresa. En septiembre de 2012 fichó por la compañía de energía solar fotovoltaica Isofotón como directora general de Desarrollo Estratégico y Nuevos Mercados Internacionales. Un año después, la compañía malagueña, que llegó a ser una de los líderes mundiales del sector y estaba fuertemente subvencionada por la Junta de Andalucía, echó el cierre y despidió a sus más de 500 trabajadores. El ERE no afectó a Ribera. Poco antes había dejado la empresa para empezar a colaborar en el Instituto de Desarrollo Sostenible y Relaciones Internacionales (IDDRI) de París, en el que asumió la dirección en junio de 2014. Ese cargo no le impidió volver a la política.

En 2015 Ribera se incorporó al equipo de expertos de Pedro Sánchez para elaborar el programa electoral del PSOE y después ocupó la presidencia del Consejo Asesor para la Transición Ecológica de la Economía de los socialistas. Teniendo en cuenta su trayectoria, ese último cargo y su sintonía con Narbona, a nadie le extrañó que Sánchez pensara en ella como Ministra para la Transición Ecológica. Más ha soprendido su designación como cuarta Vicepresidenta. Una nueva cima para esta aficionada al senderismo cuya popularidad ascendió con la Cumbre del Clima de Madrid.

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