INVESTIDURA

El PP desconcierta al PSOE con sus cambios de estrategia: "Nadie entiende a Feijóo"

El dirigente gallego comienza a resultar impredecible a los ojos de sus contrincantes políticos a pesar de insistir en que él es y lidera un partido previsible

En el PSOE reconocen que "no entienden" la estrategia del líder del PP

El presidente del PP, Alberto Núñez Feijóo.

El presidente del PP, Alberto Núñez Feijóo. / EP

Marisol Hernández, Paloma Esteban

Alberto Núñez Feijóo se ha reivindicado siempre como un líder "previsible". En la estela de Mariano Rajoy. Ni impulsivo ni cambiante. Lo repitió en su comparecencia pública este miércoles en el Congreso de los Diputados. Esa es la imagen que tiene de sí mismo. Y en la que podían coincidir hasta hace muy poco sus rivales políticos. Pero, desde las elecciones generales del 23J, el PSOE no logra comprender ninguno de los movimientos de Feijóo. Ni con los socialistas, ni con Vox. Y menos aún con Junts y ERC.

El líder gallego comienza a resultar impredecible a los ojos de sus contrincantes. Los socialistas no esperaban que dejara a Vox fuera de la Mesa del Congreso sólo unos días antes de acudir a la ronda de consultas del Rey, tampoco que se plegara después a las exigencias de reconocimiento que le pidió Santiago Abascal. Que demorara la investidura hasta finales de septiembre, tras demandar que fuera "rápida". Que impulsara en estos momentos un acercamiento a Junts. O que busque el apoyo del PSOE tras basar su campaña electoral en la "derogación del sanchismo". El desconcierto socialista con este Feijóo es absoluto. Si pretendía sorprenderles lo ha conseguido.

En Ferraz y en Moncloa, convencidos de que ellos sí lograrán los votos suficientes para una investidura, ni siquiera pierden el tiempo en desentrañar a qué obedecen cada una de estas decisiones. Su posición es que "nadie entiende a Feijóo". Ni ellos ni el resto de partidos. "Un día Junts son buenos y otro día son malos". "Nosotros (el PSOE) un día somos un partido de Estado y al siguiente vendemos España". "Y así cada día", concluyen fuentes socialistas.

En cambio, en la cúpula del PP se muestran satisfechos por haber introducido en el debate la novedad de dos años de presidencia con la ayuda de los socialistas. Una propuesta que Pedro Sánchez rechazó en la propia reunión que mantuvo con Feijóo este miércoles en el Congreso. Los populares reconocen que buscaban “un elemento novedoso” para este encuentro con el objetivo de evitar los mensajes repetidos en los últimos días.

El ofrecimiento de pactos de Estado al PSOE no puede asombrar a nadie porque ha sido constante desde que Feijóo llegó al liderazgo del partido conservador, incluso en la recta final de la campaña del 23J. Se veía como futuro presidente y lanzaba estas ideas en clave institucional mientras cerraba coaliciones con Vox en comunidades y ayuntamientos.

Inseguro por Ayuso

Pero por más impacto que Génova haya tratado de buscar, la sensación, según fuentes del Ejecutivo, es que "no hay nadie al volante" en el PP. Más allá de esa constatación no comprenden la estrategia que sigue el dirigente popular. Fuentes del partido aseguran que se trata únicamente de "supervivencia interna" porque, la opinión general en el PSOE, es que si no hay una repetición electoral más pronto o más tarde será descabalgado por un candidato más competitivo. En Ferraz siempre aluden a Isabel Díaz Ayuso. Llevan meses haciéndolo pero resultaba obvio que era sólo un modo de desgastar a Feijóo. Ahora sí piensan de verdad que su liderazgo, si Sánchez consigue formar Gobierno, estará en entredicho.

A pesar de las fuertes críticas que ha recibido, en el entorno más cercano de Feijóo insisten en que su objetivo era “explicar delante de toda España” su intención de entenderse con el otro gran partido “a pesar de la distancia inmensa” que siente con Sánchez. “Que hay una opción que representa a la mayoría y que pasa por acuerdos entre PP y PSOE”, dicen en Génova, como también repitió el dirigente gallego en su comparecencia pública: “Aunque ahora parezca imposible no renuncio a que nos entendamos”.

El PP niega desesperación o bandazos

El líder del PP comenzó su ronda de contactos con Sánchez por ser el segundo partido y el presidente en funciones. La realidad es que su empeño de tener un mes hasta el debate de investidura le obliga a llenar la agenda de citas y reuniones de las que puede esperar, al menos eso parece hasta ahora, muy pocos éxitos. Los populares acudieron al encuentro sabiendo cuál iba a ser el desenlace.

Y rechazan la idea de que su estrategia esté plagada de bandazos. Sí reconocen un giro, que empezó hace días, cuando no quisieron extender el cordón sanitario que mantienen con EH Bildu a Junts, el partido de Carles Puigdemont. La creencia dentro del PP es que Feijóo necesita salir del aislamiento autoimpuesto (fundamentalmente por sus alianzas con la extrema derecha). Y que la izquierda abertzale no se puede equiparar a ninguna formación. Pero, mientras se abre a mantener un encuentro con Junts (lo que ha provocado inquietud dentro del propio PP) ofrece a Sánchez un acuerdo para aislar al independentismo.

En Génova repiten que “no es lo mismo reunirse que ceder” y que uno de los objetivos que persiguen manteniendo encuentros con todos es que no dan la espalda a partidos que cuentan con el apoyo de los ciudadanos, aunque sean “muy minoritarios” como repiten; y que, a diferencia de Sánchez, “Feijóo no va a ser presidente a toda costa”. De hecho, lo que realmente pretenden los conservadores es escenificar su no a cesiones que el socialista, creen, sí hará. 

Por ese mismo motivo, los populares reniegan de la idea de “desesperación por ser presidente, como sea”, que alienta el PSOE en público y en privado, aunque sí ponen en valor “ser los ganadores de las elecciones, por mucho que el PSOE quiera trasladar otra cosa”. “Lo que ha quedado claro es que Feijóo no va a ser presidente a cualquier precio. Y que no va a mercadear con el Gobierno. Ofrece a Sánchez un pacto de Estado porque cree que es el mal menor”, zanjan.