ELECCIONES EN GALICIA

Vox busca su escaño en Galicia para erosionar la mayoría absoluta del PP

El partido de Santiago Abascal tiene muy complicado llegar al 5% de las papeletas, pero centra sus ataques en la llamada del voto útil del PP para intentar entrar en el único Parlamento que se le sigue resistiendo, convencido además de que el tropiezo de Feijóo con los indultos y la amnistía podría beneficiarles en la recta final

Abascal: “El problema del PP llegará cuando la gente pueda votar libremente”

EP/PEDRO DÁVILA.

Entre ataques al PP por su llamada al voto útil y mensajes dirigidos al altísimo porcentaje de abstencionistas, Vox intenta entrar este domingo por primera vez en el Parlamento gallego. Un territorio que hasta el momento ha sido hostil para la extrema derecha. Ninguna encuesta anticipa que vaya a ser tarea fácil porque ni antes de la campaña ni en los sondeos posteriores se percibe que el partido de Santiago Abascal pueda alcanzar el 5% necesario para lograr un escaño este 18 de febrero. 

Si lo hiciera, casi con total seguridad, sería clave para un nuevo gobierno del popular Alfonso Rueda. Pero en este momento parece tener más opciones de dar la sorpresa -si es que la hay- el partido del polémico alcalde de Ourense, Gonzalo Gómez Jácome.

Las expectativas de la ultraderecha están puestas, igual que su presencia en las últimas dos semanas, en A Coruña y Pontevedra. Abascal se ha volcado como en todas las campañas como si él fuera el candidato. Hasta el momento el líder nacional se ha consolidado como el principal activo del partido en cada cita electoral, especialmente en las autonómicas y municipales donde los cabezas de lista son muy desconocidos. El aspirante a presidir la Xunta por Vox es Álvaro Díaz-Mella, también es presidente del partido en Pontevedra y que ya lideró la lista por esa provincia el 23J.

Vox ha ido cogiendo aire en la recta final de la campaña por varios motivos. Primero, el conflicto del campo desatado en buena parte de España al calor de las protestas europeas, ha situado al partido ultra en el centro de uno de los debates más importantes en su ideario. Es cierto que Galicia se ha mantenido bastante más ajena que otras regiones en lo que respecta a las tractoradas y a la rebelión del mundo rural. Pero el partido ultra, que vive horas bajas y momentos difíciles a la interna, ha conseguido sacar la cabeza.

Además, el incendio político provocado por el PP de Alberto Núñez Feijóo hace días tras asumir públicamente que estudió la amnistía exigida por Junts el pasado verano e incluso hablar de “indultos condicionados” -hablando de Carles Puigdemont si realmente el ‘expresident’ se hubiera entregado a la Justicia y renunciara a la vía unilateral- concedió un  plus de oxígeno a Vox, que lleva días centrando sus ataques en los conservadores. Primero, por los bandazos que demuestra el dirigente gallego. Y, segundo, por la insistencia de decir que los votos a Vox “se irían a la basura” en tanto a que si no alcanzan el 5% no se traducirán en un escaño y las izquierdas podrían verse beneficiadas.

Para Abascal, como ha ido repitiendo en sus intervenciones, “queda claro que si Vox no está, el PP no aplica las políticas debidas”. Y, por eso, el partido ultra sigue dirigiéndose a más del 50% de los ciudadanos que en 2020 (aún en pandemia) optaron por la abstención: “Yo creo que hay mucha gente harta, que cree que todos somos iguales. Algunos solo quieren dormitar en una mayoría absoluta decadente”, llegó a decir. 

Precisamente, en el partido ultra reconocen que erosionar esa mayoría absoluta de Rueda, condicionándola con un escaño, sería un éxito total. Incluso, dicen algunos dirigentes, si no se consigue escaño, pero Vox aumenta el número de votos, también lo valorarán como un mensaje positivo: suman adeptos en detrimento del PP. Todo ello aún siendo conscientes de que eso implicaría ‘de facto’ estar poniendo en riesgo el gobierno conservador en favor de uno del BNG y el PSOE de Galicia.

“A mí los chantajes de los lacayos mediáticos del PP me tocan un pie. Me importan un bledo”, dijo en una entrevista esta semana Abascal. En Vox acusan a los medios de comunicación, como también el partido de Feijóo, de estar ahuyentando a sus seguidores bajo el “engaño” de que se desperdiciarán votos. Todo ello a pesar de que ninguna encuesta publicada garantiza que vayan a llegar al 5% de los votos necesarios para irrumpir en el Parlamento.

Hay otra clave fundamental, la del voto exterior en Galicia. El 18% del censo electoral, casi medio millón de votos de este 18 de febrero. Un porcentaje importante, en torno a 160.000 de ellos, residen en Argentina. Eso explicaría por qué tanto Abascal como Isabel Díaz Ayuso concedieron en la recta final de la campaña una entrevista a Radio Mitre (la cadena más escuchada en este país) para hablar de Galicia al calor de la victoria de Javier Milei, al que los dos dirigentes reivindican como un referente. El voto exterior no es un asunto más en estas elecciones, donde ya no hay voto rogado, y por tanto podría aumentar notablemente.

Abascal también ha sido muy duro con las políticas del PP, citando expresamente “las leyes de género y transexualidad”, asegurando que son “más amplias que en muchos gobiernos socialistas”, volviendo a remarcar que Vox es la única garantía para que se pongan políticas a las que los populares se niegan y que, al menos hasta este 18 de febrero, los gallegos tampoco han elegido para su comunidad.