Radiografía

Feijóo mejora los resultados electorales de Aznar, Rajoy y Casado cuando se estrenaron al frente del PP

La victoria de los populares en Galicia llega a los dos años del aterrizaje del político en Madrid y le permite asentar su liderazgo

Líderes del PP.

Líderes del PP.

Pilar Santos / Francisco José Moya

Cuando Pablo Casado perdió las dos elecciones generales del 2019 y algunos en el partido se preguntaban si era la persona adecuada para liderar el partido, el entonces líder del PP empezó a recordar que ninguno de sus antecesores había alcanzado la Moncloa a la primera. Ni siquiera a la segunda: tanto José María Aznar como Mariano Rajoy lo hicieron a la tercera.

La alegría desbordante que mostró Alberto Núñez Feijóo este martes, en la reunión con los barones, fue exactamente proporcional a su intranquilidad el domingo, antes de que se abrieran las urnas en Galicia y antes de que pudiera comprobar si los errores de la campaña por las revelaciones sobre la amnistía habían pasado factura al partido. Y no, el PP gallego no le falló y ganó. Quinta mayoría absoluta consecutiva. 

 y Feijóo podrá asentar la suya en Madrid.

En la reunión con los principales altos cargos de su partido, el martes, el líder del PP lanzó un mensaje a sus barones que es incontestable. Desde que llegó hace dos años a la presidencia, señaló, los conservadores han ganado las elecciones generales, han vencido en 11 de las 16 elecciones autonómicas celebradas y ostentan seis presidencias de comunidades más. Solo se le ha resistido la Moncloa y eso que ganó en votos. Aquí va una breve reseña de cómo fue el aterrizaje electoral de sus antecesores en el PP. 

José María Aznar

Aznar se presentó a las generales de octubre de 1989 antes de ser incluso jefe de filas del PP. El político había dimitido días antes de su cargo como presidente de Castilla y León. El partido, durante unos meses, vivió en bicefalia: él era candidato y Manuel Fraga, líder de la formación. En este primer pulso con Felipe González (y también en el de 1993) perdió. Mejoró levemente los resultados de Fraga en 1989, uno de sus objetivos, pero el PSOE se impuso con 175 escaños, rozando la mayoría absoluta. 

El segundo examen para Aznar llegó en las municipales y autonómicas de 1991. Las primeras las pasó con nota: captó 622.000 nuevos votantes, aunque en el cómputo de concejales bajó porque le salieron competidores regionalistas (entre otros, Unión Valenciana y Partido Andalucista). En los comicios autonómicos, tampoco se vio una victoria clara y la mayoría de las comunidades se quedaron en manos del PSOE. El PP solo presidió tres aquel año: Baleares, Castilla y León y Galicia. La Moncloa la alcanzó en 1996.

Mariano Rajoy

El político gallego llegó a su primera batalla en las generales solo tres días después de los atentados del 11-M en Madrid. Las mentiras sobre la tragedia que lanzó Aznar, entonces presidente del Gobierno, y el empuje del nuevo líder del PSOE entonces, José Luis Rodríguez Zapatero, propiciaron la derrota del PP. Zapatero es, por ahora, el único candidato que ha conquistado la Moncloa a la primera.

Rajoy corrió mejor suerte en las europeas de junio, cuando el candidato popular, el exministro Jaime Mayor Oreja, sacó 24 escaños frente a los 25 del PSOE, con Josep Borrell de cabeza de cartel.

En las autonómicas de 2007, el ciclo electoral que acababa de abrir el PSOE tres años antes seguía tiñendo de rojo buena parte de la Península. Las municipales estuvieron más reñidas. El PP se impuso en número de votos (7,9 millones frente a 7,7 del PSOE), pero los socialistas ganaron en concejales (24.029 ante 23.348).

Pablo Casado

El político nacido en Palencia llegó a la presidencia del PP en el verano de 2018, después de la moción de censura de Pedro Sánchez contra Rajoy y cogió un partido anímicamente destrozado y con la imagen por los suelos. Después de ganar unas primarias ante Soraya Sáenz de Santamaría, se enfrentó a sus primeras generales en abril de 2019 y perdió ante Sánchez. En esos comicios, el partido obtuvo su peor resultado: 66 escaños. La repetición de las elecciones, debido a la falta de acuerdos parlamentarios, le facilitó otro intento y mejoró hasta los 89 diputados.

Entre medias de las dos generales, en mayo, Casado tuvo que enfrentarse a otras elecciones y apoyar a sus candidatos en ayuntamientos y comunidades. Su liderazgo, que estaba en entredicho, lo salvó Madrid, a través de José Luis Martínez Almeida, que arrebató la alcaldía a Manuela Carmena, y, cosas de la vida, Isabel Díaz Ayuso, entonces una desconocida candidata para la Comunidad de Madrid. En ambos casos tuvieron que echar mano de Ciudadanos y Vox. Aquel año la noticia fue el gran número de coaliciones a izquierdas y derechas que hubo que pactar: 13 de los 17 gobiernos autonómicos se conformaron gracias a acuerdos entre varios partidos.

Alberto Núñez Feijóo

El aterrizaje de Feijóo en el PP fue por aclamación, después del choque letal entre Casado y Ayuso. En mayo de 2022 dejó la presidencia de la Xunta, donde había logrado cuatro mayorías absolutas desde 2009, y dio el salto a Madrid.

En los siguientes meses, Feijóo fue haciendo algunos cambios en las estructuras territoriales de poco calado, porque llegaban las municipales y autonómicas de mayo de 2023 y no quería arriesgar. En esos comicios, el PP arrasó el poder territorial del PSOE: recuperó gobiernos en seis autonomías y en cuatro se apoyó en Vox. Sánchez ejecutó uno de sus giros de guion y a las pocas horas de la debacle adelantó las generales al 23 de julio. El ciclón azul iba a llegar a la Moncloa. Sin embargo, la victoria de Feijóo no fue suficiente para conquistar la jefatura del Gobierno. Necesitaba más apoyos parlamentarios que los de Vox y no los encontró: el PNV habría sido suficiente, pero los nacionalistas vascos no quisieron participar en una alianza en la que estuviera la ultraderecha. 

Ahora, en las elecciones gallegas, el PP ha echado mano de su maquinaria electoral y lo ha vuelto a conseguir. Otra mayoría absoluta para el partido y, sobre todo, para Feijóo, que queda pendiente de que el calendario o la debilidad de Sánchez le permitan volver a intentar llegar a la Moncloa. 

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