Elecciones catalanas

ERC altera el guion de la campaña y pasa al ataque contra Puigdemont

Los republicanos endurecen el tono contra el expresident cuando al principio trataban de obviarlo

Aragonès y Puigdemont en una imagen de archivo.

Aragonès y Puigdemont en una imagen de archivo. / / JORDI BEDMAR

Quim Bertomeu

ERC empezó la precampaña electoral

 y dejando en un segundo plano a Junts y Carles Puigdemont. La idea era confrontar principalmente con los socialistas y mantener un cierto 'fair play' con el resto de candidaturas independentistas. Sin embargo, la irrupción de Puigdemont en la contienda y sus primeras chanzas contra ERC han hecho evolucionar el guion inicial del partido de Oriol Junqueras. Los republicanos, sin dejar de tener a los socialistas en la diana, han pasado al ataque contra el candidato de Junts. Es fruto, alegan, de años de hartazgo por el trato que consideran que les dispensa el expresident.

Desde hace unos días, el tono de ERC sobre Puigdemont se han endurecido. Por ejemplo el miércoles, desde Euskadi, la vicepresidenta del Govern y número dos de la candidatura republicana, Laura Vilagrà, se despachó así contra el expresident y candidato de Junts: "El proyecto de Puigdemont es Puigdemont. Es un proyecto personalista que no aporta a la campaña electoral ninguna propuesta nueva". La reacción de Vilagrà no fue un calentón ni unas declaraciones improvisadas. La certificación llegó el jueves con una intervención del president Pere Aragonès. El candidato de ERC a la reelección formuló varios reproches al expresident, entre ellos que ahora haga apelaciones a la unidad independentista cuando su partido, Junts, abandonó el Govern en 2022 o votó en contra de los últimos dos presupuestos. "La unidad no debe ser un objeto que se utiliza a conveniencia, se demuestra con hechos", criticó. Unos hechos que, según de ERC, hace años que no perciben.

Desde la dirección republicana confirman la evidencia: hay malestar con el expresident y han decidido pasar al ataque. Una voz autorizada del partido lo resume así: "Hace años que su estrategia es ir contra ERC y ERC ha decidido que se ha acabado callar. Señalaremos cada mentira que diga". Son varios los gestos del expresident que han hecho a ERC cambiar el guion, pero el principal es su promesa, por tercera vez, de que si gana las elecciones regresará a Cataluña. La hizo en las catalanas de 2017 y en las europeas de 2019 y no cumplió. "Tercer engaño por tercera vez. No podemos dejar que siga mintiendo a toda Catalunya y hemos decidido que se acabó", señala la misma voz.

El cambio de chip

Este no es el único motivo que ha hecho a ERC cambiar de chip. Podría decirse que es una acumulación de lo que consideran agravios continuados de Junts que ahora, con la intensidad de la campaña, se han puesto a flor de piel. Por ejemplo, Esquerra lamenta que Junts ataque constantemente su estrategia de diálogo con el Gobierno cuando, los indultos y la reforma de la sedición pactados entre ERC y el PSOE, han hecho que Josep Rull -el número tres de la candidatura posconvergente- pueda ser candidato. El propio Aragonès criticó este mismo jueves que Junts considerara durante años que el diálogo de ERC era una "traición" y que, cuando el diálogo lo ha practicado Puigdemont, lo ha 'vendido' como "una gran jugada estratégica".

Desde que el expresident de la Generalitat decidió ser el candidato de Junts, las críticas a ERC han sido recurrentes. En su mayor acto de precampaña hasta la fecha, el sábado pasado, acusó a Aragonès de haber "malbaratado" la mayoría independentista. También rechazó la propuesta del actual president de celebrar un debate 'cara a cara' en Francia. Este fin de semana ERC celebrará un mitin en Barcelona, que también aspira a sea multitudinario. Allí se visualizará, explican desde el partido, el "orgullo" de la formación por la estrategia seguida pese a quien le pese.

La movilización de Junts

Uno de los problemas que afronta ERC desde hace algunos años es el cambio en el comportamiento electoral de los catalanes en función de si se está en periodo electoral o no. Cuando no hay elecciones a la vista, las encuestas muestran una ERC musculada que sin demasiados problemas aparece siempre por delante de Junts. En cambio, cuando las elecciones se acercan, la diferencia se estrecha hasta el punto que algunos sondeos sitúan a los posconvergentes por delante. Junts consigue movilizar a una parte de su electorado, mientras tiene más problemas para hacer lo mismo con el suyo.

El gran reto de ERC en esta campaña es encontrar el cómo movilizar a los votantes, aquellos que en las generales de 2019 llegaron a darle un millón de votos. Para hacerlo, han empezado la batalla intentando erigirse como el partido de las "propuestas". Han hablado de financiación, de referéndum y del futuro del aeropuerto, tres de las carpetas políticas que mayor debate político genera. Ahora, también han decidido pasar al ataque contra Puigdemont. Todo para encontrar la tecla que les permita un buen resultado el 12 de mayo. Y ese resultado no pasa tanto por ganar los comicios, que también, sino por quedar por delante de Junts y de Puigdemont.

Suscríbete para seguir leyendo