Sánchez redobla su presencia en la campaña de las europeas ante los “indicadores de victoria”

A medida que avanza la campaña, el PSOE va elevando el listón de sus expectativas. Del pesimismo de hace poco más de un mes, asumiendo un mal resultado frente a un PP con amplia ventaja, al optimismo de recortar distancias y, tras el arranque de la campaña, a verse capaces de quedar por encima de los populares. Este es el mensaje que trasmiten en público y en privado los socialistas y para dar el último empujón se ha decidido redoblar la presencia de Pedro Sánchez en campaña.

A los cinco mítines programados del presidente del Gobierno, (Valencia, Sevilla, Valladolid, Málaga y Madrid), se han añadido tres más. Uno mañana en Barakaldo, un segundo este viernes en Los Alcázares y un tercero el lunes en Gijón. A ello se suma la movilización de todos los ministros socialistas y la activación de la maquinaria electoral con un total de 800 actos en todas las agrupaciones socialistas. Una campaña más, el expresidente José Luis Rodríguez Zapatero vuelve a protagonizar una suerte de campaña paralela. De hecho, este miércoles, con la candidata Teresa Ribera en Bruselas, se dejó como acto principal de campaña el protagonizado por Zapatero en Granada.

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Los socialistas presumen de contar con más de 5.000 voluntarios en campaña y de un impulso moral tras las catalanas, al despejar las dudas sobre su hoja de ruta sobre la desjudicialización con epicentro en la ley de amnistía. “A la gente le ha reconfortado ver que tiene un fruto tan rápido”, explica un miembro de la cúpula de Ferraz sobre la activación de las bases tras considerar ratificada su apuesta por la “convivencia”.

Otro ejemplo que ponen para dar cuenta de esta movilización es el de la recaudación de microcréditos para financiar la campaña con préstamos de simpatizantes y militantes. Más de tres millones de euros en tan solo doce días, superando así la cifra de las generales de 2019 cuando se puso en marcha por primera vez esta iniciativa.

A la favorable tendencia que sitúan como punto de inicio en las elecciones vascas del pasado mes de abril suman ahora las “equivocaciones” que atribuyen al líder de los populares. Primero, por sus “tumbos” en materia de pactos, al abrir la puerta a la formación de la primera ministra italiana, Georgia Meloni, aliada de Vox en el grupo de los conservadores y reformistas en el Parlamento Europeo. Segundo, por un “mimetismo” en el discurso con el partido de Santiago Abascal, por lo que explican que no apoye expresamente al Gobierno en la crisis diplomática con Argentina o con el reconocimiento del Estado de Palestina.

Segunda vuelta de las generales

En las filas socialistas confían en darle la vuelta a unos comicios que el PP busca presentar como un plebiscito. Más allá de sus ‘tracking’, que señalarían unos resultados muy ajustados entre socialistas y populares, señalan que en sus encuestas tienen “indicadores de victoria”. “Nuestra candidata está mejor valorado y nuestras propuestas también”, explican.

Otras fuentes del Ejecutivo aseguran que la “intensidad” del PP en referirse a las europeas como una segunda vuelta de las generales se debería a que “el liderazgo de Feijóo, en un momento u otro, entrará en cuestión”. “Todo se debe a eso”, concluyen. De ahí que hayan aceptado el marco de las europeas como un plebiscito porque tanto si se imponen como primera fuerza, como si quedan a una corta distancia del PP, las expectativas de los populares no se cumplirán.