A. RUBIERA

La Consejería de Educación sigue inmersa en el proceso de colocación de los alumnos excedentes en los centros educativos del concejo. Con el proceso aún sin cerrar, lo que ya es sabido es que la Administración regional volverá a recurrir en la red pública a la creación de aulas temporales para acoger excedentes de Infantil de 3 años en aquellas zonas donde la saturación es mayor. Esas aulas, que no computan como unidades formales a efectos de programación futura (de hecho, al siguiente curso se desmontan y los niños se reparten entre otras aulas), son una solución transitoria que este año se han llevado la crítica de algunas familias del barrio de El Llano. Pese a las quejas, volverán a montarse en la Escuela Infantil Gloria Fuertes, en el Colegio Cabueñes y en algunos otros centros con importante demanda.

Las unidades temporales se crean en algunos centros aprovechando que en el ciclo de Infantil de la red pública hay dos ratios diferentes para los niveles de 3 años y para los de 4 y 5 años. Así, las aulas de Infantil de niños de 3 años sólo pueden tener un máximo de 20 escolares, mientras que en las aulas de 4 y 5 años, el máximo es de 25 niños. Esa diferencia supone que un centro que tenga línea dos en Infantil (dos aulas por curso) y una alta demanda, llenaría con 40 alumnos en el nivel de 3 años pero, al curso siguiente, esas aulas tendrían 10 vacantes. Para evitarlo, la Administración está pidiendo a algunos centros que hagan el esfuerzo de habilitar una unidad más en Infantil de 3 años, aunque en vez de llegar al tope de admisión de 60 alumnos (20 niños en cada una de las tres aulas), les ponen el tope de admisión de 50, para que en cada aula se repartan 17, 17 y 16 alumnos. Pasado un curso, esas tres aulas quedan refundidas en dos. «No queda más remedio que aceptar esa fórmula, porque así puedes admitir a más alumnos, pero, desde luego, no es la ideal», exponen algunos maestros y padres de alumnos. Las familias, como este año denunciaron en el caso de la escuela Gloria Fuertes, prefieren que, como en el resto de centros, los niños no sufran cambio de maestras ni de grupos de compañeros en toda la etapa de Infantil, porque supone estabilidad y una buena referencia para los niños que son tan pequeños, explicaban. Pero esos intereses chocan con la alta demanda que hay en algunos barrios en esta etapa.