Eloy MÉNDEZ

El mercurio acumulado en el agua de los manantiales de El Muselín y La Piquera, en Jove, supera en casi cuatro puntos los niveles permitidos por la Ley, que es de un microgramo por litro. Eso aseguran los vecinos de la parroquia, que cifran en 4,7 microgramos por litro la cantidad de este metal pesado en ambos acuíferos, declarados no potables hace unos días por el Ayuntamiento, después de años de consumo habitual por parte de los residentes en la zona. Estos datos no fueron confirmados ayer ni por la concejalía de Medio Ambiente ni por la consejería de Salud y Servicios Sanitarios del Principado, aunque los vecinos matizan que han obtenido la información a través de vías oficiales.

La situación creada en Jove ha provocado que la Coordinadora Ecoloxista de Asturias inste a los vecinos a denunciar al gobierno local en el caso de que no existan estudios previos sobre la potabilidad de las dos fuentes afectadas. «El Ayuntamiento es el responsable de medir la calidad de las aguas del concejo a través de la figura del farmacéutico municipal y está obligado a que estos estudios se realicen de forma periódica», aseguró ayer Fructuoso Pontigo, responsable de este grupo ecologista. Además, añadió que «ya hace años se hicieron análisis en los sedimentos de la bahía de Gijón que dieron resultados de mercurio muy por encima de los permitidos» y no descartó que el origen de este metal que ha impregnado los acuíferos «esté en los residuos que desechan la térmica de Aboño o Aceralia». Por último, subrayó que es necesario extremar los controles en los puntos de agua del concejo para que no se repitan casos que «crean una lógica alarma social».