«Hay que promover que la industria cambie sus sus instalaciones si no son eficientes»

V. GUILLOT

Gracias a Rosario Heras Celemín uno descubre que Albert Einstein, tras una visita a España en 1925, estuvo a punto de aceptar una cátedra en la Universidad Central de Madrid, o que el padre de la teoría de la Relatividad escribió un breve ensayo sobre toreo y física. Han transcurrido 107 años para que una mujer presida la Real Sociedad Española de Física (tomó posesión el pasado 15 de enero). La RSEF es una de las instituciones que más empeño mostró desde su fundación en conectar a la comunidad científica española con la investigación física y química desarrollada en el resto de Europa durante el siglo XX. La Jefa de la Unidad de Eficiencia Energética en la Edificación del Centro de Investigaciones Energéticas, Medioambientales y Tecnológicas (CIEMAT) visitó esta semana Gijón para continuar el seguimiento de uno de sus grandes trabajos: Arfrisol, un proyecto estratégico sobre arquitectura bioclimática y frío solar cuyo objeto es conseguir los mismos niveles de confort térmico con un gasto mínimo de energía convencional.

-Arfrisol ya es una realidad en Asturias desde 2008 en San Pedro de Anes. ¿Cómo va?

-Este año hemos puesto a punto las instalaciones y hemos comenzado a tomar las primeras medidas. Arfrisol, inicialmente, debía finalizar en 2010 pero lo hemos prolongado hasta 2012 para conocer más datos y saber mejor cómo se comporta el diseño.

-Pero hay otra razón más por la que está en Gijón.

-También he venido porque, gracias a Arfrisol y la Universidad de Oviedo, se ha instalado en Asturias el mayor y mejor laboratorio sobre instalaciones de frío solar. Se encuentra en la escuela de Ingeniería Industrial. Se está acabando de instalar y no tardará mucho en empezar a hacerse allí todos los ensayos y puesta en marcha de los sistemas como disipadores de calor, captadores solares y máquinas de absorción.

-La comunidad científica lleva años hablando de sostenibilidad. ¿La ley que se ha impulsado se ajusta como anillo al dedo a esos criterios científicos?

-Hace dos años, el presidente del Gobierno nos pidió el borrador para una ley sobre ahorro y eficiencia energética en energías renovables. Un grupo de trabajo interministerial elaboró un primer borrador. Hoy podemos decir que esa ley está dentro de la famosa ley de economía sostenible. En el borrador del anteproyecto se habla de dos temas muy importantes para mí como investigadora: eficiencia energética y rehabilitación de viviendas con fines energéticos. Lo que se pretende, en definitiva, es alcanzar un objetivo: 20 % de producción de energía primaria de origen renovable, 20% reducción de CO2 en la atmósfera y 20% de reducción de consumo de energía.

-¿Cómo ha afectado la crisis económica al ahorro energético?

-La crisis ha afectado a todos los factores. Este verano se hablaba de que se había bajado dos puntos las emisiones de CO2 a la atmósfera porque los ciudadanos se habían apretado el bolsillo. La gente tiene menos dinero y gasta menos energía.

-¿La intensidad energética (la relación entre crecimiento de PIB y la emisión de toneladas de CO2) también se ha visto afectada?

-No lo creo. Pero en cualquier caso, estamos observando que ya hay algunas empresas que pretenden introducir las energías renovables a través de empresas de servicios energéticos. En ese sentido, es interesante hablar de la venta de energía. Se pretende que el empresario o la gran industria cambie sus instalaciones sin que le cueste más que la energía que antes pagaban. Se les paga al mes la energía que el empresario consume, y a cambio, ella le instala un sistema nuevo energético más eficiente. Cuando el empresario haya amortizado ese gasto, la instalación será de su propiedad.

-¿Hay casos en España?

-Existen, pero pocos. Sería ideal que proliferaran muchas más, porque reducirán considerablemente la emisión de CO2 en la atmósfera. Nuestro objetivo es promover la construcción de instalaciones más eficientes, bien cambiándolas o bien rehabilitándolas. Ahora es una ilusión, pero hay empresas que van por ahí.

-¿Prefiere decir cementerios nucleares o almacenes temporales de residuos nucleares?

-Almacenes temporales. Porque «cementerio» en castellano tiene otras connotaciones. Lo primero que hay que decir que necesitamos almacenes temporales para toda esa cantidad de residuos que los franceses nos estaban guardando y que nos costaba unos cuantos miles de euros. Aunque yo procedo del mundo de las energías renovables, soy consciente de que el mix energético debe tener en cuenta la energía nuclear. En cualquier caso, se ha producido un cambio en la mentalidad de la sociedad española, porque ya es consciente, mas o menos, de que en el tema energético las renovables sí, pero las nucleares también. Más allá de ese debate, siempre he defendido que para producir energía, hay que hacer un verdadero énfasis en el ahorro, en evitar el gran derroche. Debemos concienciar a la sociedad española de que hay que ahorrar energía, independientemente de su origen. En el desarrollo de energías renovables, España es un país puntero que supera las previsiones. Por otra parte, la reducción de un 20% de emisiones de CO2 es un objetivo complicado pero que se puede conseguir, si ponemos medidas para ello. Veo más difícil reducir el 20% del consumo y ahí debemos hacer un gran esfuerzo a todos los niveles.

-¿Qué valoración hace de la gestión de los almacenes temporales? ¿Cuál sería desde un punto de vista científico el modelo de gestión, uno que tuviera en cuenta los criterios del Consejo de Seguridad Nuclear o las candidaturas de los 14 municipios que quieren albergarlo?

-Ahora estamos en un momento en el que se han postulado los municipios. Supongo que a la hora de evaluarlos, se hará desde el punto de vista científico y, sobre todo, teniendo en cuenta el terreno. Desconozco cuáles son las bases sobre las que el ministerio de Industria va a elegir la localización definitiva del almacén. Pero supongo que los argumentos científicos pesarán muchísimo.

-¿Es coherente la estrategia del Gobierno de cierre de centrales nucleares cuando se depende energéticamente de la producción nuclear de Francia?

-Soy científico y sólo puedo hablar de los resultados de los expertos. No puedo opinar sobre la acción del Gobierno. Como científico, sí digo que los expertos del Consejo Seguridad Nuclear y los expertos físicos que trabajan en este campo son los que tienen la palabra.

-¿Qué evaluación hace del impacto que está teniendo el Código Técnico de la Construcción?

-De momento parece que ha sido una revolución. Todos los arquitectos están concienciados con el código y se están haciendo ya proyectos. Aún no se ven edificios porque esta crisis de la construcción lo ha paralizado todo. Pero la ventaja de esta crisis es que tendremos tiempo para meditar la rehabilitación del parque de vivienda que es tan poco eficiente energéticamente.

-¿Cuál es su objetivo como Presidenta de la Real Sociedad Española de Física?

-Estoy involucrada en la RSEF desde 1982. Mi perfil es más tecnológico que el de presidentes anteriores. A lo largo de mi vida me he dedicado a la física aplicada, esto es, a medir, evaluar datos. Esto implica que también quiero que la física se dirija más a la empresa y, sobre todo, que la RSE sea el punto de encuentro de muchas más personas: docentes, investigadores y técnicos.

-Una de sus metas será tener más presencia en la sociedad..

-La RS tiene 3.000 socios y en España debe haber 30.000 físicos. Hay que mover a esa gente, empezando por los jóvenes. La enseñanza de la física se explica poco en este país. Y yo creo que hay que motivarles para que acepten con normalidad la física. Mis compañeros no me han elegido por ser mujer, sino porque llevaba muchos años en la RS y tengo muy claro cuáles son sus problemas: el aumento de socios, atraer a gente joven y la creación de distintas comisiones que asuman también la responsabilidad.

-¿La enseñanza de la física es deficitaria en la educación secundaria?

-Siempre se dijo que en España se enseñaba una física mucho más básica que en otros países. Ahora creo que sí. Por eso debemos hacer un gran énfasis en la enseñanza de la ciencia en la sociedad española. Los físicos somos poco corporativos y no sabemos transmitir muchas veces nuestros resultados. El GPS, el teléfono móvil son física y a los físicos les da vergüenza decirlo. Yo quiero que se dé a conocer la física.

«Esta crisis nos dará tiempo para meditar la necesaria rehabilitación del parque de viviendas»

«El GPS y el teléfono móvil son física, pero a los físicos nos da vergüenza decirlo»