R. G. / A. R.

Los colegios y escuelas infantiles de la ciudad dieron ayer por cerrado el plazo para que las familias soliciten un puesto escolar. Un período que para los padres y madres con hijos de 3 años suele ser especialmente inquietante, ante la posibilidad de quedar fuera del centro de su elección. De hecho, ayer muchas familias consultaron en las dependencias de la Consejería de la calle Alarcón cuáles eran los centros donde aún había plazas o posibilidades de entrada, para no exponerse a ser recolocados en destinos que no fueran de su interés. «Ha sido bastante curioso; mucha gente esperó hasta última hora», aseguraban los funcionarios.

A falta de que cada centro purgue las listas y bareme las solicitudes presentadas -en los casos en que el centro haya recibido más solicitudes que plazas ofertaba-, lo cierto es que serán las familias de Roces, Viesques y Montevil las que, de nuevo, puedan acabar desplazadas fuera de su zona escolar. Y eso que para la Consejería de Educación, las matriculaciones por zona son prioridad.

En Roces el Colegio Alfonso Camín sufre la saturación, ya que tiene 63 solicitudes de alumnos de 3 años y sólo 40 plazas disponibles, que es muy posible que se amplíen a 50 como ya ocurrió el pasado año. En Montevil, el colegio que lleva el nombre del barrio y el Severo Ochoa también cerraron con un gran exceso. Entre los dos colegios suman casi 40 alumnos sobrantes «y la mayoría son niños del mismo barrio», afirmaban ayer portavoces educativos. En Viesques la situación no está mucho mejor, ya que tanto el centro público Begoña, como el concertado de las Dominicas, tienen excedentes: en el Begoña, que dispone de 40 plazas ampliables a 50, seguirían sobrando en el mejor de los casos más de una decena de niños; en las Dominicas también quedarán fuera una decena de escolares.

Otros centros que sufren una importante saturación son, en el caso de la red pública, el colegio Atalía o el Martínez Torner. En el primero para sus 40 plazas han recibido 78 solicitudes. Por lo que respecta al Martínez Torner, este año ha sido uno de los sorprendidos: ofertaban 20 plazas y han recibido 43 solicitudes. «Es el primer año que nos vemos desbordados, no estamos acostumbrados a esto», reconocía un miembro de la dirección. Con alguna salvedad, casi todos los colegios de la zona oeste han registrado una buena campaña de matrícula También ha logrado un buen cierre de matrícula el colegio Jovellanos, que pese a las obras que sufre tiene excedentes en 3 y 4 años.

Por lo que respecta a los colegios concertados, que en Gijón tienen una posición muy consolidada, la crisis no parece haber hecho mella en su capacidad de convocatoria. El Corazón de María cerró con 140 solicitudes para cien plazas; Inmaculada, con 35 excedentes; Asunción con cerca de 15 sobrantes; y San Miguel, que este año se destapó con 17 sobrantes.