Elo y MÉNDEZ

Tres de los enclaves céntricos más transitados de día y de noche cambiarán de imagen a partir del mes de septiembre. La plaza del Marqués, la Ruta de los Vinos y el tramo de la calle de Los Moros comprendido entre Jovellanos y la plaza del Seis de Agosto se transformarán en otoño para favorecer la actividad comercial de los numerosos negocios que pueblan estos ejes. Las reformas estarán listas antes de la campaña navideña y se ejecutarán con fondos del Plan Estatal de Inversión Local que suministra el gobierno central a los ayuntamientos.

Las máquinas tomarán la plaza del Marqués a finales de agosto o principios de septiembre para dotar de un «mayor protagonismo» a la fuente de Pelayo y al palacio Revillagigedo. «Creemos que se puede conseguir en este punto un mayor orden circulatorio y una estética más llamativa, y eso vamos a hacer», explicó ayer el concejal de Urbanismo, Pedro Sanjurjo. Para ello, se peatonalizará parte de la glorieta, que quedará conectada con la plaza Mayor, y los coches dejarán de transitar alrededor de ella. De esta forma, el acceso a Cimadevilla se hará directamente desde la calle Muelle de Oriente, por delante de la colegiata de San Juan Bautista. Además, se cambiará el sentido de circulación en un tramo de la calle Instituto para facilitar la llegada del transporte hasta los negocios.

El pavimento de la zona también sufrirá importantes mejoras. En este sentido, se colocarán grandes piezas de granito de 120 por 60 centímetros y franjas paralelas longitudinales de color gris y blanco delante del palacio Revillagigedo, para realzar la presencia del monumento. El resto de la superficie se cubrirá con adoquines lisos. Además, se ampliará la acera derecha de la cercana calle Trinidad. El presupuesto de esta obra, que estará finalizada «para recibir a los Reyes Magos» en enero de 2011, es de 398.935 euros.

Poco antes concluirán los trabajos en la calle de Los Moros y la Ruta de los Vinos, que costarán casi 600.000 euros y que ejecutará una misma empresa. La concejalía de Urbanismo prevé para el primer caso un recrecido de las aceras hasta los cuatro metros, lo que acarreará la supresión de las plazas de aparcamiento. En el único carril de circulación, de tres metros y medio, se colocarán pasos de peatones elevados para ralentizar el tránsito de los vehículos. El diseño de la vía seguirá «el modelo Corrida», con baldosa de granito.

Los cambios en la Ruta de los Vinos afectarán a las calles peatonales Santa Lucía, Buen Suceso, Espaciosa, Santa Rosa y Enrique III, que serán cubiertas con piezas de granito a modo de pasillo central y remates de adoquín junto a las fachadas de los edificios. «Quedarán exactamente igual que la Costanilla de la Fuente Vieja», señaló Sanjurjo. Aunque Hidroeléctrica del Cantábrico iniciará la adaptación de sus instalaciones en esta zona en fechas próximas, paralizará los trabajos durante el mes de agosto para no perjudicar la actividad de los negocios hosteleros que ocupan buena parte de los bajos.

La calle de Los Moros y la Ruta de los Vinos se reparten buena parte de la actividad comercial del centro de la ciudad. En Los Moros, arriba en la imagen de la izquierda, se concentra un importante número de tiendas de ropa y zapaterías que son un reclamo para muchos clientes durante el día. Mientras, los bares destinados al ocio nocturno, las cafeterías y algunos establecimientos hoteleros ocupan casi todos los bajos de las calles peatonales de la Ruta de los Vinos, como la de Santa Rosa, que aparece en la fotografía de la derecha.