J. L. A.

El director de El Musel y de la obra de ampliación portuaria que se ejecuta al pie del Cabo Torres, José Luis Díaz Rato, aseguró ayer que la terminal gijonesa aspira a tener un peso mucho más importante y una mayor dimensión internacional que hasta ahora: «El puerto pretende desempeñar un papel relevante en el negocio marítimo mundial».

En oposición a los argumentos de quienes vienen cuestionando la ampliación de El Musel, la mayor obra presupuestada en Asturias (715,6 millones, sin IVA, sumado el sobrecoste de 216 millones, también sin IVA), Díaz Rato subrayó que proyectos de este tipo son necesarios «para favorecer el crecimiento del transporte, que genera incrementos del producto interior bruto (PIB)». Y añadió: «Motivan el empleo y el desarrollo industrial y económico de una zona».

Quienes rechazan el superpuerto, cuyas obras concluirán este año, subrayan que El Musel tiene capacidad suficiente con sus actuales dimensiones para atender la demanda de su «hinterland» (espacio de influencia). Otros expertos en logística portuaria aseguran, en cambio, que la terminal gijonesa está hipertrofiada al dedicarse durante décadas a una casi exclusiva actividad: las operaciones con graneles sólidos, segmento en el que es líder nacional. La posición estratégica de El Musel en el Arco Atlántico, las nuevas políticas europeas de transporte y el plan diseñado por el presidente del puerto, Fernando Menéndez Rexach, justificarían, en este sentido, una obra orientada a la diversificación e internacionalización de la terminal gijonesa.