C. J.

La exposición «Rediseño» que hoy se inaugura en el Antiguo Instituto profundiza en los objetivos del Centro para el Desarrollo del Diseño en Asturias.

Aunque la muestra está concebida como escaparate de los trabajos presentados en los últimos años al certamen «Inventa» (Diseño y Discapacidad), también se presenta como una reflexión acerca de lo que representa el diseño, constatando su presencia en la vida cotidiana y percibiendo su potencial para resolver problemas.

Paralelamente, tendrán lugar una serie de actividades divulgativas en las que se discutirá un documento de reflexión sobre la situación del diseño en Asturias, se realizará un taller creativo con escolares y se entregarán los premios del certamen «Inventa 2010».

Dos de los sectores que podrían beneficiarse de este proyecto en primera instancia son el metal mecánico y el agroalimentario, con la vista puesta en la aportación del diseño a la creación de una marca de calidad gastronómica de la región.

«En una sociedad caracterizada por el paradigma de la globalización y el consumo racional y sostenible de recursos, el buen diseño asume un papel protagonista no sólo como metodología de actuación, sino como auténtico motor de innovación», subrayan sus promotores.

El proyecto pretende, además, desvincular el concepto de exclusividad que va ligado en ocasiones al diseño.