Gonzalo González Espina vive estos días absorbido por las actividades del décimo aniversario -que se cumple hoy- del Parque Científico y Tecnológico de Gijón (PCTG), a cuya dirección accedió en mayo de 2009 tras la jubilación de Emilio Gumiel. Desde su llegada al cargo, el crecimiento experimentado en este espacio ha alcanzado cifras de récord, con casi 2.000 trabajadores y 1.076 millones de euros de facturación en 2009.

González Espina es licenciado en Filosofía y Ciencias de la Educación por la Universidad de Oviedo, aunque su experiencia profesional posterior se dirigió hacia otros ámbitos tras cursar un máster en Desarrollo Territorial y otro en Dirección de Empresas. Desde 1999 era director de la Agencia Local de Promoción Económica y Empleo. También había ocupado responsabilidades en proyectos de las escuelas taller de Asturias. Ahora vive con ilusión el momento de expansión de la gran área empresarial de Cabueñes. Esta mañana asistirá a la inauguración de la cuarta fase de ampliación, en la que participará como invitado el secretario general de Innovación del Ministerio de Ciencia e Innovación, Juan Tomás Hernani, y donde no faltarán autoridades locales y regionales.

-¿Cómo ha cambiado el Parque Tecnológico en estos diez años?

-La evolución ha sido muy positiva. Estos diez años son producto de todo el conocimiento generado y de sucesivas ampliaciones, pasando de un solar vacío a un espacio con edificios de arquitectura neotécnica y la planificación de la red de viales. Podría decirse que hemos pasado de la edad moderna a la era del espacio en esta década.

-¿Qué espacio se encontró cuando llegó a la dirección en 2009?

-Uno de los elementos más destacados fue la adaptación del Parque Científico a la llegada de dos grandes empresas, Duro Felguera y el grupo TSK, que aportaban centenares de trabajadores, un valor importante, pero que también obligó a adaptar la red de infraestructuras porque también generaba cierta dificultad en temas de movilidad. En esa etapa se adoptaron por parte del Ayuntamiento de Gijón las medidas necesarias para resolver ese problema.

-¿Se dan por superados los problemas de aparcamiento?

-Sí. Se ha ampliado mucho el número de plazas, pero, por regla general, los seres humanos consumimos en exceso suelo para aparcamiento de coches, hasta tal punto que algunos trabajadores que llegaban al Parque en transporte público comenzaron a traer su vehículo. La solución no está en crear tantas plazas de parking como personas, sino en un uso más racional del transporte y eso pasa por intensificar el uso del transporte público y colaborar en los desplazamientos con personas afines en aras de lograr una movilidad más sostenible.

-¿Cómo definiría la herencia que recibió de Emilio Gumiel?

-Muy positiva. El Parque Tecnológico es hoy una realidad consolidada gracias a la labor discreta y eficiente de Emilio Gumiel, logrando importantes avances también con el apoyo del Ayuntamiento de Gijón.

-¿Cómo afronta la expansión del Parque hacia los nuevos enclaves?

-Con mucha ilusión y responsabilidad. Hay que tener en cuenta que cuando se complete ese desarrollo sumará 6,5 hectáreas más al enclave original. Esa ampliación tiene la característica de que en la primera etapa se centrará en la rehabilitación de edificios que duplicarán la planta actual de las residencias empresariales que tenemos ahora. Eso da un poco idea de lo que va a ser el futuro.

-Generalmente se identifica el Parque más por su vertiente tecnológica que la científica. ¿Cambiarán las tornas con los nuevos inquilinos de la zona del Intra y la Pecuaria?

-Se busca una especialización en el sector de Tecnologías de la Información y la Comunicación (TIC) y la industria creativa. La tipología de empresas será de base tecnológica, buscando incidir, como se ha hecho hasta ahora, en la cooperación empresarial. En esa misma zona la Fundación Prodintec está construyendo un equipamiento magnífico para desarrollarse en todo su potencial, que puede dar mucho juego a la industria asturiana. Y la empresa MBA, reconocida por el Club de Calidad, que también estará en ese mismo entorno, incide igualmente en el valor de la innovación. Estos dos equipamientos cierran la operación de los nuevos enclaves junto con la rehabilitación de los antiguos dormitorios y las escuelas taller del Intra.

-¿Cómo van las obras para la nueva sede de MBA?

-Ahora mismo están desarrollando los trámites administrativos previos al inicio de las obras y ultimando los detalles del proyecto. Su compromiso de inversión es superior a los cuatro millones de euros a través de un sistema de arrendamiento por 24 años y medio. Los más interesados en que el proyecto se desarrolle de forma rápida son ellos mismos.

-¿Cuál será la función del nuevo órgano de gestión del Parque?

-Su función será dar carta de naturaleza a la comunidad empresarial, que asume una serie de derechos y obligaciones para gobernar esta área. Se centra en las actividades de conservación y mantenimiento, e incluye a todos los propietarios de activos inmobiliarios. En el futuro podría ser utilizado para otros fines, por ejemplo, para coordinar planes de seguridad o movilidad.

-¿Qué repercusión tendrá sobre los «vecinos» de esta comunidad de propietarios?

-Como en cualquier comunidad de vecinos, entre todos asumen los gastos de gestión. Existe una aportación solidaria de todos los propietarios en función de su tasa de ocupación y en base a los servicios contratados.

-¿Habrá nuevos servicios?

-Se consultó a las empresas residentes y domiciliadas y, por el momento, el Ayuntamiento mantiene su oferta de servicios, que se ampliará con el proyecto de cooperación que ha permitido poner en contacto a las empresas instaladas en polígonos industriales de Gijón con las empresas del Parque. Hay empresas veteranas que ya tienen sus redes de alianzas y contactos muy maduros y otras, más incipientes, a las que se facilita esa labor para relacionarse con su entorno.

-¿Cuál es el mayor hito del Parque Científico y Tecnológico de Gijón de los últimos años?

-Uno que no se ve pero que tiene mucha importancia tiene que ver con la consolidación administrativa del Parque a través del desarrollo de un plan de urbanismo para esta zona que obligó a sortear muchos obstáculos y que hoy es un referente de buen hacer. Una fecha clave también fue la inauguración formal del Parque Científico y Tecnológico en el año 2000. Se veían ya los primeros signos del potencial que podía tener con el edificio de centros tecnológicos ya construido, el de Esmena en desarrollo e iniciándose el de Telecable, y el propio Ayuntamiento, que estaba construyendo su segundo edificio para tener una oferta acorde con las necesidades de las empresas instaladas y que éstas pudieran ir creciendo dentro del Parque.

-¿Qué queda por hacer?

-Hoy, martes, inauguramos la cuarta y última fase de ampliación del enclave original. Quedan pendientes por desarrollar los edificios. Se han generado diez parcelas para un máximo de diez empresas y un mínimo de cuatro. Y tenemos constancia de que hay empresas de diferentes tipologías y sectores interesadas en este espacio.

-¿Qué opinión le merece el nuevo parque empresarial en los terrenos de Naval Gijón?

-Es una operación que se está planificando desde los servicios técnicos municipales y está bajo su tutela. Compete a otras áreas municipales y son ellos los que tienen que dar explicaciones. Es un plan a futuro. Por ahora tengo poco que decir hasta que no sea una realidad.

-En cuanto a la candidatura a «Ciudad de la ciencia y la innovación», ¿se ven ganadores?

-Si no existiera ese sello habría que crearlo porque este Ayuntamiento lleva haciendo mucho por el desarrollo de la innovación, no sólo en la «Milla del conocimiento» sino también en otros ámbitos municipales. En los últimos años ha habido múltiples reconocimientos y gestos que demuestran que esa personalidad innovadora ha calado en la ciudad.

-¿Qué repercusión ha tenido el registro de la marca «Milla del conocimiento»?

-Es un concepto muy potente que refuerza el sentimiento de todos los agentes que se encuentran en este espacio, implicados en un proyecto de miras amplias. Desde el Hospital hasta la Escuela Politécnica, todos son necesarios para lograr que nuestra ciudad afiance esa personalidad innovadora, y ese objetivo sólo se puede lograr desde la unidad entre el ámbito educativo, empresarial y administrativo.

-¿Qué papel juega la Universidad en la actividad diaria del PCTG?

-El contacto con la Universidad existe desde el inicio, tanto en la etapa de Emilio Gumiel como ahora. Siempre ha habido una relación cordial con el campus. El mismo nombre del Parque, Científico y Tecnológico, hace un guiño a la actividad universitaria que se desarrolla aquí al lado.

«La marca "Milla del conocimiento" es un concepto muy potente que refuerza el sentimiento de todos los agentes implicados»

«El parque empresarial en los terrenos de Naval Gijón es un plan a futuro del que por ahora tengo poco que decir»