R. VALLE

A las siete de esta tarde la alcaldesa de Gijón, Paz Fernández Felgueroso, y la consejera de Bienestar Social y Vivienda, Noemí Martín, participarán en el salón de recepciones del Ayuntamiento en el acto de entrega de llaves a los propietarios de las 19 viviendas de protección autonómica que se han construido en La Camocha. Se cierra así el primer proyecto de promoción de vivienda realizada directamente desde la Empresa Municipal de la Vivienda, que preside el concejal de IU Francisco Santianes. El primer proyecto que, casi seguro, no será el último, porque los actuales socios de gobierno del Ayuntamiento de Gijón -IU y PSOE- ya tienen más que perfilada la intención de que sea la empresa municipal quien se haga cargo de la promoción de una parte importante de las alrededor de 250 viviendas, con distintos niveles de protección, que se han pensado para ocupar el entorno del terreno que ahora llenan en las cercanías de Sanz Crespo las dependencias del Albergue Covadonga y Proyecto Hombre, dos equipamientos sociales que darán el salto en unos meses a El Natahoyo para ocupar el nuevo complejo asistencial en construcción.

Esta operación en la actual área del Albergue será un salto cualitativo y cuantitativo básico en la estrategia para que el Ayuntamiento de Gijón se convierta en promotor de vivienda. Si en La Camocha se licitaron las obras de un bloque de 19 viviendas en 1,2 millones, ¿cuánto les costará a las arcas municipales hacer realidad la intención de poner en el mercado unas 150 viviendas en el corazón del casco urbano? Ésa es la cifra que está barajando el equipo de Francisco Santianes, que dejaría el resto de los pisos de la operación en manos de cooperativas de viviendas. Tanto las cooperativas vinculadas al movimiento sindical como a asociaciones vecinal tienen contrastada experiencia en la promoción de pisos en Gijón desde hace años. El reto es importante, pero desde hace tiempo se tiene clara la prioridad política de que la actividad de la Empresa Municipal de la Vivienda vaya más allá de la gestión administrativa y la concesión de ayudas a la vivienda en estos tiempos de crisis.

Además, se trata de que el Ayuntamiento se integre de manera activa en el desarrollo urbanístico de una zona de la ciudad que va a cambiar sustancialmente por la confluencia de las acciones del «plan de vías» y todo el nuevo plan urbanístico para la zona sur de Sanz Crespo, que incluye la prolongación de calles y el desarrollo de un aparcamiento subterráneo. En su actual apuesta por La Camocha también tuvo mucho que ver la estrategia de impulsar esta zona como nuevo espacio residencial.

Los pisos que hoy se entregan son un diseño del arquitecto Diego Cabezudo, que tuvo muy en cuenta las técnicas de bioconstrucción para llevar adelante un edificio bioclimático, y recibieron más de 300 peticiones de personas interesadas en su adquisición. Se trata de pisos de uno, dos y tres dormitorios con plaza de garaje y trastero que salieron al mercado en precios que oscilaron entre los 84.000 y los 151.000 euros.

No será la única cita de esta semana con los responsables locales y autonómicos del área de Vivienda. Para la mañana del jueves, en esta ocasión en el centro municipal integrado de Pumarín Gijón Sur está prevista la entrega de llaves a los adjudicatarios de las 292 viviendas de promoción social del área residencial de Roces.