M. SUÁREZ

La expectación ante las «letronas» que representan la marca turística de la ciudad es tan grande como su tamaño. Las primeras opiniones empezaron a escucharse cuando los operarios municipales aún no habían terminado de instalar las piezas de metal en los Jardines de la Reina. A la Alcaldesa, que asistió a la colocación, no le pilló por sorpresa: «Ya sabíamos que esto iba a generar polémica. Si haces algo y nadie lo cuestiona, es como si no hicieses nada».

Ayer, hubo incluso quien, con retranca gijonesa, le preguntó a Paz Fernández Felgueroso si «ahí encima vais a colocar el busto de Carrillo», elegido recientemente hijo predilecto de la ciudad. Otros criticaron que «se gaste el dinero público en estas cosas». Pero no faltaron tampoco los peatones entusiastas de unas letras con las que el Ayuntamiento pretende inmortalizar el nombre de Gijón en el recuerdo fotográfico de los turistas. Algunos ni siquiera esperaron a que se disipase la nube de autoridades para sacar su cámara.

«Veremos qué pasa», dejó en el aire Fernández Felgueroso, segura de que las «letronas» tendrán finalmente aceptación. «Ha sido un trabajo profesional muy complejo tecnológicamente y muy bien hecho, que tenemos que agradecer a Femetal», destacó la Alcaldesa. La Federación de Empresarios del Metal y Afines dio el paso adelante de fabricar estas piezas, ligando así el futuro turístico de la ciudad «a su corazón industrial».

La Federación estuvo representada por César Figaredo en una foto de familia donde la Alcaldesa, varios miembros del equipo de gobierno y algunos concejales de la oposición -entre ellos, su candidata a la Alcaldía, Pilar Fernández Pardo- posaban ante las «letronas» con orgullo gijonés. El acto también estuvo arropado por Fernando Menéndez Rexach, presidente del Puerto, entidad responsable de la línea de costa donde se colocaron las piezas.