«La gente sabe todo lo que está pasando Japón y ha sido muy generosa y amable. Más de lo que pensábamos». Ryota Mori, de la Asociación Nihon Yukokai Amigos de Japón, no tenía más que palabras de agradecimiento para cuantos echaron algún donativo en las huchas colectivas que ayer se pudieron ver en la plaza Mayor gijonesa y en los aledaños de El Molinón. Pero sus palabras eran reiterativas porque el agradecimiento ya lo habían ido mostrando con la entrega de más de 700 grullas de origami -«Senbazuru», en la cultura nipona-. Un detalle en papel que es símbolo de paz y buenos deseos, y que durante horas habían confeccionado a mano los integrantes de la asociación. «La grulla es nuestra mascota nacional y un símbolo de paz. Los japoneses enviaron estas grullas en papel por millones a Hiroshima tras la bomba, como deseo de paz, y nos pareció que podía ser un buen detalle en estos momentos», explicaba Ryota Mori. Todos los donativos, y los que cualquier asturiano quiera añadir, se enviarán a la Embajada de Japón en España y la Cruz Roja japonesa, como apoyo a las necesidades que ahora tiene el pueblo nipón.