Luján PALACIOS

Los gijoneses que tienen perro están en alerta estos días. Desde hace unas semanas, varios canes han enfermado en la ciudad tras ingerir alfileres camuflados en trozos de comida y ocultos en los parques y las zonas habituales de paseo, y los propietarios de los animales están hartos.

Por eso la asociación La Panda del Guau ha convocado una manifestación para el próximo viernes, día 15, a las siete de la tarde. Los manifestantes saldrán desde El Humedal y llegarán a la plaza Mayor, donde entregarán las firmas que están recogiendo a Manuel Arrieta, concejal responsable de Medio Rural y Animales de Compañía. Además, los afectados están intentando mantener una reunión con el edil para transmitirle su preocupación.

Los hechos que se vienen repitiendo en los últimos días se remontan al pasado 23 de junio. En la plaza León XIII en el barrio de El Llano enfermaron hasta nueve perros tras su paseo diario. El motivo: la ingesta de unas «inofensivas bolas de carne» que estaban ocultas en setos y en el césped, tal y como relata la presidenta de La Panda del Guau, Mónica Prior. Los animales, atraídos por la comida, acabaron al borde de la muerte, porque lo que parecía un inofensivo alimento era en realidad una trampa mortal rellena de alfileres con la cabeza cortada, «para causar más daño y pasar desapercibidos», denuncia Prior.

Uno de los dueños de los canes afectados fue el primero en dar la voz de alarma, cuando su perra vomitó en casa varios alfileres. Desde ese momento, se han contabilizado nueve perros enfermos que tuvieron que ser intervenidos de urgencia para sacar los alfileres de su estómago. Algunos tras ser operados se salvaron, pero otros se debatieron largo tiempo entre la vida y la muerte con alfileres rozando órganos vitales.

Afortunadamente, todos los perros se han salvado, pero, como advierte Mónica Prior, los avisos por la presencia de bolas de carne, patatas, tomates e incluso salchichón rellenos de alfileres se vienen repitiendo estos días, y no sólo en El Llano, sino en todo Gijón.

Los afectados han avisado a la Policía Local, pero «nos dicen que no es de su competencia, cosa que no entendemos porque cualquier niño pequeño está expuesto a llevarse a la boca dicho veneno y pensamos que es extremadamente peligroso», asegura Mónica Prior.

Por ello la asociación reclama más vigilancia en los parques de la ciudad, toda vez que «nosotros tenemos unas obligaciones para con nuestros perros: el microchip, vacunas, recogida de excrementos, y vemos que no tenemos ningún derecho, ni el de estar tranquilos por los parques». Los afectados esperan que muchos vecinos se sumen a la manifestación del viernes. Para que ningún perro más resulte herido.