M. CASTRO

Directivos de Arcelor-Mittal en Asturias pusieron ayer sobre la mesa un plan para cerrar la acería de Gijón debido a los elevados costes de producción en comparación con otras acerías de la multinacional siderúrgica. La dirección de la empresa en Asturias ya había informado el pasado jueves a los mandos de la acería gijonesa de esta directriz marcada por el grupo angloindio e incluso les había trasladado un protocolo para el cierre inmediato de la instalación. El peligro se ha alejado después de que el comité de empresa haya propuesto una reducción temporal de la plantilla de producción de la acería, que comenzará el 1 de diciembre y que según fuentes sindicales se prolongará durante varios meses. La dirección de Arcelor-Mittal en Asturias, que ayer eludió pronunciarse sobre estos asuntos, asumió la propuesta del comité, que deberá ser ratificada la próxima semana por los sindicatos, agregaron las mismas fuentes.

Con este acuerdo, se aleja el riesgo de cierre definitivo de la acería gijonesa, pero no se disipa. Con la actual plantilla, producir una tonelada de alambrón o de carril con acero de Veriña sale de media 50 euros más caro que hacerlo importando el acero de las factorías del grupo en Polonia, según las estimaciones de la multinacional. La multinacional estima que las acerías de Polonia ofrecen un acero de calidad similar a la de Gijón, pero su coste de producción es sensiblemente más barato. Por un lado, las acerías polacas son bastante mayores que la gijonesa y, por otro, los salarios menores. Traer por barco desde Polonia hasta Gijón los «blooms» y la «palanquilla» (el acero semielaborado que se emplea para fabricar el carril y el alambrón, respectivamente) es más barato que producirlo en la factoría gijonesa.

A partir del 1 de diciembre, Arcelor reducirá dos gruistas y tres operadores por cada turno de trabajo en la acería de Gijón, lo que suma 25 trabajadores que serán desplazados a otras ocupaciones dentro de la propia instalación. El resultado de esta medida se analizará en la comparativa trimestral que efectúa el grupo entre sus distintas plantas por todo el mundo.

Uno de los problemas que tiene Arcelor-Mittal para cerrar la acería y otras instalaciones de productos largos de Gijón es que hay clientes que sólo están dispuestos a comprarles el acero asturiano, satisfechos con la calidad del mismo. Ese es el caso de Michelin, que sólo compra alambrón gijonés para sus neumáticos.

En la reunión de ayer entre dirigentes del comité de empresa, UGT, USO y CC OO y directivos de producción y recursos humanos de la empresa, la dirección también planteó inicialmente una parada indefinida de los trenes de alambrón y carril, vinculados a los costes de producción de la acería gijonesa, que les suministra, amenaza que también se alejó con el preacuerdo sobre la plantilla de la acería. Representantes sindicales consideran, no obstante que el riesgo de parada de estas instalaciones sería en todo caso coyuntural, por falta de pedidos, frente al riesgo de cierre de la acería.