M. SUÁREZ

El Partido Popular vaticinó polémica tras la Comisión de Urbanismo que informó del carril bici previsto en el paseo del Muro. No han pasado ni 24 horas de esa reunión informativa y el proyecto, efectivamente, ya es objeto de controversia. El equipo de gobierno todavía no ha terminado de darle forma a su propuesta, pero por los detalles que han trascendido ya hay quienes la tachan de «locura».

El Ayuntamiento pretende eliminar uno de los carriles de circulación que parten de la glorieta de El Piles en dirección a los jardines del Náutico. Este vial se liberará de tráfico rodado para dejar paso a las bicicletas. Los taxistas están convencidos de que esta medida provocará atascos, lo que interfiere de forma muy directa en su actividad profesional. «El Muro es una vía de comunicación muy importante en la ciudad como para entorpecerla de esta manera. No tiene sentido», opina Jaime Robledo, presidente de la cooperativa Villa Jovellanos.

Preocupa, especialmente, el entronque de la avenida de Rufo García Rendueles y la calle Capua, donde ahora existe un carril exclusivo para girar a la izquierda. Robledo se remite a los domingos de Rastro o los días de fútbol para insistir en que «habrá retenciones». Recuerda, además, que Rufo García Rendueles «da servicio a una zona de hoteles, con clientes que buscan una vía de acceso rápido al centro de la ciudad. Y la Carretera de la Costa, que sería otra opción, ya está muy saturada».

Por los dos carriles que discurren en dirección a los jardines del Náutico suelen circulan diariamente unos 10.000 vehículos. Una cifra que, según Jaime Robledo, contrasta con el hecho de que «los ciclistas suelen ir por cualquier sitio menos por los carriles habilitados para bicicletas; seamos realistas». Pero no todos opinan igual. Ni mucho menos. Quienes defienden un Gijón con menos coches creen que la medida que prevé el gobierno de Foro Asturias «no supondrá un gran perjuicio» para la ciudad.

Es el caso de Tita Caravera, presidenta de la Federación de Asociaciones de Vecinos de la zona urbana y representante de La Arena, barrio por el que discurre el paseo marítimo de San Lorenzo. «Es que, para poder acondicionar un carril bici en el Muro, o quitas espacio de la zona de paseo o lo quitas de la calzada. No hay otra», señala. «Y nos parece que eliminar tráfico es la medida menos mala», concluye Caravera, después de haber intercambiado impresiones sobre este asunto con sus compañeros de la asociación vecinal de La Arena.

La Federación de Asociaciones de Vecinos de Gijón (FAV) siempre se ha mostrado partidaria de proyectos que propicien una ciudad «más sostenible y paseable». Las rutas ciclistas encajan en esa filosofía. «Ir en bicicleta por el Muro es un privilegio. Además, hay que buscar la continuidad de la red de carriles bici», defiende Tita Caravera, para apuntar, a continuación, que «si en el Muro se optase por trazar el carril bici sobre la acera, habría que desplazar los bancos y el mobiliario urbano, lo que reduciría a mínimos la zona de paseo».

En la escena política, el primero en pronunciarse fue el concejal del PP Pablo Fernández, que se mostró muy crítico con el proyecto que prepara Foro; primero, por las repercusiones que tendrá sobre el tráfico y, segundo, porque «se crea un conflicto que no existía entre conductores y ciclistas». El Grupo municipal Socialista, por su parte, prefiere esperar al proyecto definitivo. «Lo que nos enseñaron en la Comisión de Urbanismo fue sólo un plano de la actuación», puntualizaba ayer el concejal José María Pérez.

Lo que pide el PSOE, ya por adelantado, es «coordinación entre Urbanismo y Tráfico para tomar una decisión que no es fácil, por eso nosotros apostamos en su día por la convivencia entre peatones y bicicletas en el Muro». Según Pérez, en la comisión del viernes se echó en falta «un estudio de tráfico sobre la apertura de la avenida de Castilla o los efectos que el carril bici tendrá sobre la zona». En la reunión dieron explicaciones Lucía García y Manuel Arrieta, ediles de Urbanismo y Mantenimiento Urbano.