Ángel de la Mano Parriego, antiguo profesor de la Universidad Laboral y uno de los que contribuyó, con su trabajo y dedicación, a dar nombre y prestigio a la formación profesional impartida en el magno edificio gijonés, falleció ayer a los 77 años y hoy será despedido, a las 16.00 horas, en la iglesia parroquial del Corazón de María.

Maestro de taller que integró el grupo de los profesionales que sentaron las primeras bases de la Universidad Laboral gijonésa, Ángel de la Mano Parriego llegó a Gijón como experto ajustador de la especialidad del metal. Natural de Zamora y formado en Valladolid, quienes le conocieron como maestro de taller alababan ayer la capacidad que tuvo de ver el futuro de los automatismos en su especialidad y pasar de lo que era una profesionalismo casi artesanal, a involucrarse en grupos de innovación para acabar ofreciendo formación más teórica y moderna. Sus amigos y muchos compañeros arroparán hoy a su familia en el funeral por su descanso.