El alargamiento en el tiempo de la crisis está empujando a los usuarios del Albergue Covadonga ha hacer un uso cada vez más frecuentes de sus instalaciones. La memoria de actividad del año 2013 presentada ayer revela cómo se mantiene el número de usuarios con respecto a años anteriores (con 1.009 personas atendidas), pero las estancias totales han subido sensiblemente: el año pasado fueron 16.509 frente a las 14.540 del año 2012. Una dinámica que ha hecho que durante el último año la media de ocupación del Albergue haya sido durante todo el año del 92 por ciento, con una media de estancia por persona de unos 16 días.

El aumento de usos del Albergue ha llevado a que durante el año 2013 sus responsables se vieran obligados a denegar el acceso a los hombres por falta de camas (a pesar que de manera habitual se colocan camas supletorias en la sala de estar). Además, por primera vez en la historia del Albergue ha habido algunas noches en las que también se tuvo que denegar el acceso a mujeres por falta de camas en su área.

La situación viene dada, como explicaban ayer Lorenzo Mariñas, presidente de la Fundación Albergue Covadonga; Ramón Colunga, director de la Fundación; Julia Castro, directora de programas, y Angelita Díez, directora del Albergue, a un déficit de camas para varones que se viene arrastrando desde que en el año 2010 se cerrara el albergue de la Cocina Económica. Este hecho, unido a una "cronificación de la crisis", que hace que "cada vez sea más difícil para muchos usuarios romper el círculo de la precariedad", como ayer indicaba Ramón Colunga, han llevado al Albergue Covadonga de nuevo al borde del colapso, especialmente en los meses de julio y agosto, cuando se registró la mayor demanda.

A lo largo del año, todos los meses se denegó la entrada por falta de camas, especialmente en marzo, abril y junio (con 70, 37 y 40 negaciones respectivamente). En total, se denegó la estancia por este motivo en 275 ocasiones en 2013. El servicio de atención de emergencia nocturna, por su parte, registró 398 estancias. Se trata, como señalan los responsables del Albergue, de situaciones excepcionales: personas que salen del hospital y no tienen dónde ir, casos de malos tratos y conflictos familiares, usuarios trasladados por la Policía... Para dar atención a estas necesidades cuentan con una habitación en la planta baja con dos camas.

En cuanto al comedor, el año pasado se sirvieron un total de 48.241 desayunos, comidas y cenas, una cifra muy superior a la de 2012 (3.322 servicios más) que se ha disparado debido, por un lado, al aumento de los usuarios y a la reestructuración de la Red de Atención a Personas sin Hogar, en la que el Albergue ha pasado a se la principal puerta de entrada a la Red municipal.

El perfil de los usuarios del Albergue sigue siendo mayoritariamente masculino (un 86 por ciento frente al 14 por ciento de mujeres), aunque se ha detectado un repunte entre la población femenina en Gijón y a nivel general en toda España. El 20 por ciento de los usuarios son asturianos, el 50 por ciento del resto del país y el 24 por ciento son inmigrantes -procedentes en su mayoría de Portugal y Europa del Este-, con una media de edad de 46 años, en su gran mayoría sin cualificación y en casi todos los casos solteros, divorciados, separados y viudos, "personas que habitualmente sufren soledad y aislamiento", destacan los gestores del Albergue.

Para paliar las necesidades de los usuarios la entidad también cuenta con un ropero que el año pasado atendió cerca de 2.000 demandas, así como con el taller prelaboral de elaboración de velas "Velastur", uno de los grandes logros del centro para formar y rehabilitar a personas sin hogar que cuenta con cinco beneficiarios y que el año pasado elaboró 27.323 velas. Dentro de los esfuerzos de integración desarrollados desde el Albergue también figura una casa tutelada de incorporación social, una vivienda normalizada con 17 usuarios.

A todo ello se suma el centro de día de baja exigencia, inaugurado en el mes de julio, que contó con 631 usuarios, con 34.208 entradas (una media de 189 entradas al día que también han colapsado el recurso). Los usuarios pueden ducharse, tomar un café y un refrigerio, usar un ordenador, lavar la ropa y acceder al departamento de atención social. Todos los servicios funcionaron al cien por ciento en 2013.