Más de trescientos ingenieros técnicos industriales se dieron cita ayer en Gijón en la fiesta social de la profesión donde, por primera vez, resultaban distinguidos al cumplir sus bodas de oro como colegiados el expresidente regional, Vicente Álvarez Areces; el actual decano del Colegio de Ingenieros Técnicos Industriales del Principado, Enrique Pérez y el exdirector de la Escuela Técnica Superior de Ingenieros Industriales, Alberto Sánchez Riesgo. "Fuimos una buena promoción, yo diría que de las mejores", bromeaba ayer, al inicio del acto, Enrique Pérez. Arropado por compañeros de los colegios de ingenieros técnicos de Cantabria, Galicia, León (con prácticamente toda su junta de gobierno desplazada), Murcia, La Rioja, Madrid, Canarias y Castilla la Mancha así como el presidente del Consejo General de la Ingeniería Técnica Industrial, José Antonio Galdón, el actual decano reconocía ayer que galardones como el de las bodas de oro que ayer recogía él mismo junto a una treintena de colegiados "son un ánimo para seguir peleando". Y como mensaje para los colegas de la ingeniería técnica quiso trasladar, en tono positivo, que los peritos industriales "fueron, son y seguirán siendo piezas fundamentales en el desarrollo económico e industrial de Asturias y de España, llamémonos como nos llamemos", remarcó Pérez.

La fiesta se prolongó hasta altas horas de la madrugada y entre las reivindicaciones de la jornada surgió la necesidad de "acabar con la dualidad de las ingenieras", planteó Enrique Pérez. "Habría que hacerla desaparecer", exigió al tiempo que recordó la necesidad de sacar adelante la ley de Servicios Profesionales que permitirá concretar en qué situación quedan los profesionales de la ingeniería con la nueva regulación. Los otros dos protagonistas de la jornada, los empresarios Aurelio González Soriano y José Antonio Pérez Prendes, que recogieron las distinciones honoríficas fueron presentados como "dos pilares buenos" de la ingeniería.