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El pasivo del grupo de la Champanera de Villaviciosa supera los ocho millones de euros

Un empleado despedido ha embargado doce de las marcas comerciales de la compañía en concurso de acreedores

Instalaciones de Bodegas de Villaviciosa, en Cefontes. JUAN PLAZA

El pasivo declarado por las sociedades del grupo de Bodegas de Villaviciosa (antigua Champanera de Villaviciosa) supera los ocho millones de euros, buena parte de los cuales se adeudan a entidades financieras, entre las que figura la Caja Rural de Gijón, a la que adeudan más de dos millones de euros.

El juzgado de lo mercantil número tres, con sede en Gijón, aceptó el pasado 12 de junio las declaraciones voluntarias de concurso de acreedores de Bodegas de Villaviciosa, Bodegas de El Tragamón y El Fugitivo S.A., que son tres de las sociedades del grupo sidrero fundado por Antonio Angones Menéndez en 1921, cuyas instalaciones están en el Camino de El Tragamón, en Cefontes. El juez nombró administrador concursal de las tres empresas al abogado de Segovia David López Estebaranz. Al menos dos de esas sociedades han sido declaradas formalmente grupo de empresas por los tribunales, a raíz de las demandas interpuestas por trabajadores despedidos, representados por el bufete ovetense Alonso Cuervo Abogados. Un juzgado gijonés ha embargado 12 de las marcas de la sociedad para el pago de salarios a uno de esos trabajadores (entre ellas Mon-Basart, Robert Valls, La Asturiana y Sidra Cima).

El mayor pasivo corresponde al de Bodegas de Villaviciosa, que asciende a 8.188.767,06 euros. La deuda de Bodegas de El Tragamón es de otros 220.427,36 euros. En cuanto a El Fugitivo S.A., su pasivo ronda el millón de euros, si bien esa cantidad corresponde en su mayor parte a facturaciones a Bodegas de Villaviciosa por la elaboración de mosto de sidra, según indicaron fuentes de la empresa. La plantilla, de cerca de 30 trabajadores antes del inicio de la crisis, ha quedado reducida a menos de la mitad, por despidos en unos casos o por la petición de rescisión de contrato por los propios trabajadores, en otros, ante el impago de sus salarios.

El concurso de acreedores llegó a pesar del intento de la empresa principal de evitarlo reestructurando las deudas con entidades financieras, que eran a plazos muy cortos, alargando éstos para evitar el ahogo económico. Los bancos acreedores eran Caja Rural de Gijón, Caja Rural de Asturias, SCH y BBVA, entre otros. La reestructuración se produjo en noviembre de 2012, en un momento en el que algunas entidades financieras ya tenían embargada la facturación de ventas a Mercadona. La refinanciación, según un representante de la empresa, evitó entonces que se entrara en concurso, pero a costa de "aceptar intereses abusivos y sin conseguir nueva financiación", indica.

Una de las entidades financieras más afectadas por el concurso de la Champanera de Villaviciosa será la Caja Rural de Gijón, debido a su pequeña capitalización. Bodegas de Villaviciosa adeuda más de dos millones de euros a Caja Rural de Gijón, de los que unos 575.000 ya eran deuda vencida antes de la declaración de concurso.

La Caja Rural gijonesa aprobó la reestructurara de su deuda con la empresa, pese a la oposición de varios consejeros a la operación por su alto riesgo. Como Garantía, la Caja Rural tiene hipotecados a su favor los terrenos que ocupa en Vega el llagar restaurante El Fugitivo S.L. (empresa de la misma familia, pero que no está en concurso).

Además de la explicación del problema financiero, el origen de la crisis de la Champanera, según fuentes de la empresa tiene que ver entre otras cosas con los reducidos márgenes comerciales que hay en el sector y con la mala operación realizada con la compra de Sidra Escanciador. Antiguos empleados de la Champanera, en cambio, consideran que pudo haber fallos en la comercialización y atención al cliente, que llevó a perder gran parte del mercado que tenían la empresa en Estados Unidos, Cuba y Panamá.

Sidra Escanciador, que también está en concurso, negó ayer a través de una representante que la venta de marcas y maquinaria de su empresa a la Champanera en 2010 hayan originado la crisis de ésta. Escanciador está reclamando por vía judicial el pago de 995.560,45 euros, parte del precio de venta. También reclaman el pago de dos años de alquiler de sus instalaciones en Villaviciosa a la Champanera, que no reconoce esa deuda y que sostiene que ya ha abandonado las instalaciones en enero.

Los representantes de Escanciador también sostienen que Constantino Riera Muñiz S.A. no es la empresa propietaria de Sidra Escanciador. Por su parte, la Champanera también había interpuesto otra demanda contra Escanciador por los mismos contratos.

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