Los dos empresarios de la construcción y el arquitecto técnico que ayer se sentaron en el banquillo de los acusados para responder acerca de su responsabilidad en un accidente laboral que le costó la vida a un trabajador de 36 años que se cayó de un andamio en mayo de 2009 defendieron ante el juez la seguridad de sus obras. Los argumentos de los imputados no convencieron al fiscal, que mantuvo tras los interrogatorios su petición de dos años y medio de prisión para cada uno de los implicados.

El representante del ministerio público mantiene que el siniestro tuvo lugar como consecuencia de varias deficiencias en el montaje de un andamio. El tablón sobre el que se encontraba la víctima en la calle Luciano Castañón se rompió y el operario se cayó al vacío desde una altura de 18 metros. Se da la circunstancia de que la empresa contratada por la comunidad para esta obra es la misma firma a la que se encargó de la rehabilitación de una fachada de la calle Aguado en la que se desplomó un andamio la pasada semana dejando a dos obreros heridos, uno de carácter grave.

La Fiscalía asegura que el accidente de la calle Luciano Castañón se debió a que "la plataforma de trabajo del andamio estaba construida por tableros de madera que no eran los originales del fabricante y que no garantizaban la solidez y estabilidad del puesto de trabajo". Algo que, según el ministerio público, sabían tanto el propietario de la empresa de rehabilitación de fachadas contratada por la comunidad de vecinos como el encargado de obra y administrador de la firma que ésta empresa había subcontratado y jefe directo de la víctima.

Además de la pena de prisión el fiscal pide que los tres acusados indemnicen a los familiares del fallecido con 143.046,9 euros.