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Dámaso Colunga | Comisario jefe de Gijón

"Cada actuación que haga un policía va a ser grabada y eso tenemos que asumirlo"

"Han cambiado los perfiles de los delincuentes, pero no ha subido la delincuencia; el atracador de hoy tiene 50 años"

"Cada actuación que haga un policía va a ser grabada y eso tenemos que asumirlo"

Dámaso Colunga acaba de cumplir un año como máximo responsable de la Comisaría de Policía Nacional de Gijón. Un buen momento para hacer balance.

-¿Cómo valora su primer año?

-Positivamente. En lo personal no podría haber ido mejor. Tengo cerca a mi familia y a mis amigos. En lo profesional he de decir que esta es una plantilla que ya conocía bien porque no llegué de nuevo a la Comisaría. Como en cualquier familia tenemos problemillas internos, pero yo no los calificaría de graves. La situación es buena.

-¿Es positivo ser Comisario en la tierra de uno?

-Sí. Se trabaja con más motivación pensando que das seguridad a los tuyos. Basta que estés en tu casa y en tu tierra para que la persona a la que puedan atracar por la calle sea tu propia abuela. Trabajar en Gijón para mi tiene un plus de motivación que trato de transmitir a los agentes. Las estadísticas reflejan que hacemos bien nuestro trabajo. La del Instituto Nacional de Estadística, por ejemplo, sitúa a Gijón como la tercera ciudad más segura de España según las impresiones de sus propios habitantes. Y eso también es importante. No tenemos que mirar sólo el número de infracciones. Recuerdo que en una ciudad en la que trabajé hace un tiempo había una zona en la que se cometían muchos delitos, pero en cambio la sensación de seguridad era altísima. También me pasó al revés. Controlábamos zonas en las que había muy poca delincuencia pero en las que la gente se sentía insegura simplemente, por ejemplo, porque se habían fundido las bombillas de varias farolas de una calle. Algo que puede parecer pequeño como las pintadas callejeras generan mucha sensación de inseguridad. Es la vieja teoría de los cristales rotos que aplicó Giuliani en Nueva York. Decía que persiguiendo la infracción mínima se lograba evitar la máxima.

-¿Qué necesitan mejorar?

-Tenemos que conseguir una mejor coordinación entre las policías y estamos trabajando en ello. Más de una vez propuse que tengamos salas operativas conjuntas. Es difícil por temas económicos, pero impulsar una sala en la que estemos nosotros, Policía Local e incluso Guardia Civil sería muy interesante. De cara al verano tenemos eventos muy importantes en Gijón y es necesario trabajar juntos. A lo mejor tendríamos que cambiar la Dirección General de la Policía, tendría que cambiar el modo de asignación de las vacaciones para primar que alguien vaya de descanso fuera del verano. Si España es el tercer país más turístico del mundo los policías no pueden estar fuera en verano. Habría que llegar a acuerdos que deberían ser globales, nunca locales para no ser discriminatorios. Afrontamos una escasez de plantilla cuando más la necesitamos y tenemos que hacer encaje de bolillos para que las horas extra que se deben en verano se puedan recuperar después.

-¿Se va a reforzar plantilla?

-Tenemos que considerar Asturias como una comisaría única de forma virtual. Quitando Luarca, que queda lejos, el resto de dependencias quedan a 30 kilómetros por autopista. Cualquier servicio puede apoyar a otro en un momento dado. Recuerdo que una vez hubo un homicidio en un tanatorio en Avilés. En media hora los compañeros de la Comisaría de allí tuvieron refuerzo tanto de agentes de Oviedo como de compañeros de Gijón. El año pasado, para el concierto de Bruce Springsteen, se trajo de Madrid a los agentes de la Unidad de Caballería. Este verano creemos que no se necesitará ese despliegue porque los recintos son diferentes. No obstante ya está prácticamente diseñado el plan de seguridad de los grandes conciertos. Hay citas como la "Semana negra" en las que también tenemos que estar presentes, pero que apenas generan intervenciones de los agentes.

-Y el Sporting en Primera.

-En ese campo cuento con que este año tengamos siempre apoyo de la Unidad de Intervención Policía (UIP) de Oviedo. Las diferencias entre Segunda y Primera División no son muchas. Lo único que cambia es el movimiento de gente que trae el Real Madrid, que no es el mismo que el que pueda atraer la Ponferradina, por ejemplo. Evidentemente, este año tendremos que contar con novedades como tener un subgrupo fijo en el hotel del Real Madrid porque sabes que vas a encontrar esperándoles a 2.000 personas, pero por lo demás el despliegue es similar al de Segunda.

-Este año se han vivido momentos tensos con varios atracos a mano armada. ¿Es la evidencia de un repunte de la delincuencia?

-La estadística nos dicen que no. Es cierto que vemos que han cambiado los perfiles del delincuente. El atracador de banco de ahora tiene 50 años, como el que asaltaba farmacias que fue detenido hace semanas en Gijón, pero yo no creo que sea un repunte de la delincuencia. El asaltante de la gestoría de hace unos días esperamos poder identificarle y detenerle dentro de poco. Ese es el nuevo perfil, una persona más mayor de lo habitual.

-¿Cómo puede ser que no aumenten los robos con la crisis?

-En general a la gente no le da por atracar bancos. En España tenemos dos pilares fundamentales: la familia, que es un apoyo muy importante en países del sur como el nuestro, y las organizaciones no gubernamentales o eclesiásticas como Cáritas, que ayudan mucho a quienes más lo necesitan. Que haya más fondos para gasto social ayuda mucho a prevenir la delincuencia, como lo hacen otras circunstancias específicas de Asturias como puede ser la lluvia. Pero lo que es evidente es que la persona que no tenga nada para comer y se vea incapacitada para conseguir un sustento mínimo delinquirá.

-¿Para cuando podrá ser comisaría de distrito la de El Coto?

-Desde aquí siempre han salido informes para generar una Comisaría de distrito. Ahora hay problemas económicos. El local actual sería muy limitado. A corto plazo es muy complicado que se logre pero estas son unas oficinas muy valoradas.

-¿Qué tipo de delitos generan más inseguridad?

-Los perpetrados por bandas organizadas de fuera de Gijón y la violencia que se perpetra dentro de tu propia casa. El delincuente local se ve como uno de los nuestros y los ciudadanos tienen la percepción de que caerá antes o después. Genera más seguridad cuando los delitos los comete la misma persona y los robos no requieren especialidad. No voy a negar que vengan bandas organizadas a Gijón. Las hemos tenido.

-Siguen existiendo timos clásicos como el "tocomocho"...

-Sí. Hemos impulsado muchas medidas de prevención. Hemos dado charlas en centros de mayores, en residencias, hemos enviado comunicados a prensa y tenemos mucha presencia en redes sociales. El dinero es goloso y en casos como el "tocomocho" es el estafador estafado.

-Respecto a los robos de pisos hay unos hechos sin resolver en Gijón.

-Que una ciudad como Gijón tenga un robo o dos de pisos por semana no es preocupante. Y aquí no llegamos ni a esos números. A lo mejor tenemos en una semana una decena y luego en dos meses no tenemos ningún otro robo. Siempre hay algo de lo que tirar en las investigaciones y los delincuentes acaban cayendo.

-¿Cómo son las relaciones con la concejalía de Seguridad Ciudadana?

-No conocía a Esteban Aparicio, a pesar de que también es alumno del Corazón de María y estudiaba sólo un curso por detrás de mí. Esta semana hablé con él por teléfono y nos veremos.

-Se acaba de jubilar el Jefe Superior de Asturias, Baldomero Araujo.

-Lo primero que quiero decir es que admiro a Baldomero Araujo. He trabajado mucho con él y le tengo aprecio. Desde el día 18 de mayo no tenemos Jefe Superior de Policía. Araujo se tenía merecida la jubilación. Ha pasado por servicios muy importantes y delicados. Es una persona muy respetada.

-En su discurso de llegada a la Comisaría hablaba de ser neutral en la política. ¿Se puede conseguir en su cargo?

-Sin ninguna duda. Desde hace unos años, dentro de lo políticamente correcto que trato de ser, siempre digo lo que pienso. Si mañana tengo un secreto de sumario de un asunto no voy a comentar nada con nadie, pregunte quien pregunte. Se puede mantener la neutralidad como Comisario y se puede conseguir manteniendo además una relación extraordinaria con todos los políticos. He tenido amistad con personas de todos los partidos del Ayuntamiento. En el Pleno de investidura saludé a todos los representantes de los grupos con la mayor naturalidad.

-¿Ve como una amenaza a la "izquierda radical", como algunos denominan a los nuevos grupos políticos y plataformas reivindicativas?

-No veo nada como una amenaza. Las amenazas se curan con las leyes. Si los futuros gobiernos cambian las leyes tendremos que adaptarnos a lo que haya. Cada uno puede tener sus ideas. Apolítico no soy pero sí "apartidista". He comido con gente del PSOE, de Foro y del PP. Fui a votar en las últimas elecciones. Aunque lleves el sobre vacío creo que tienes que ir a votar, aunque sea sólo para tener derecho a quejarte luego. En contra de lo que alguno ha dicho, llamando analfabetos a los ciudadanos por la orientación de su voto, yo creo que la gente sabe perfectamente lo que vota y lo que quiere.

-El miércoles entra en vigor la denominada "ley mordaza". ¿Qué le parece?

-Si me hubiesen puesto a redactar esa ley posiblemente algunos artículos los hubiera hecho de otra manera, pero esa no es mi función. Mi papel como jefe de la Comisaría es que se aplique la legislación. No obstante no me parece una mala ley. Puedo discrepar en algunas cosas. Creo que hay un grupo político que ha presentado un recurso en el Constitucional y habrá que ver cómo queda después de que la estudien los jueces, pero mientras tanto el 1 de julio entra en vigor y aquí ya nos estamos preparando. Ya han llegado los talonarios para que las dotaciones policiales puedan formular sobre la marcha las denuncias por tenencia de armas o consumo de drogas, que son las que más vemos a diario en esta Comisaría. Que te guste todo al cien por cien es difícil.

-En España hubo polémica con el hecho de si se podía o no grabar las actuaciones policiales y difundirlas. ¿Se sienten demasiado observados?

-Es cierto que cada actuación que haga un policía va a ser grabada. En cuanto llega un coche a la calle y se para a realizar cualquier asistencia siempre hay un teléfono móvil encendido y eso tenemos que asumirlo. No puedo decirle a la gente que no me grabe o me haga fotos. Hay que darle normalidad a esa situación. Si se hace el trabajo bien, aún empleando la fuerza legal, no va a pasar nada.

-También es una ley que protege más a los policías. ¿No estaba suficientemente castigado pegar a un policía?

-Pocas veces he visto que se califique de delito de atentado pegarle a un policía. La mayor parte de las veces se juzga como una falta aunque el agente tenga lesiones. Ahora con la nueva ley la ofensa verbal pasa a ser una sanción administrativa que tendrá que tramitar la Delegación de Gobierno. Eso va a tocar el bolsillo pero es cierto que si se exige dinero al que no tiene nada sale gratis cometer cualquier sanción.

-¿Qué imagen cree que transmite que una persona agreda a seis policías durante una intervención, como ocurrió en el caso del exmilitar senegalés?

-Puede generar cierta imagen de inseguridad, es cierto. Pero también es cierto que cualquier persona en un estado alterado que quiera lesionar, lo hace. Nosotros somos los representantes del Estado, si fallamos falla el Estado. No debemos tener miedo a usar la fuerza legítima. Tenemos que estar prevenidos. No hay que usar la fuerza y las armas como norma pero en el momento que haya que defenderse con medidas de fuerza tenemos que hacerlo.

-¿Tiene suficiente plantilla policial Gijón?

-Estamos bien dotados de plantilla. El catálogo de puestos de trabajo está completo al 88 por ciento y eso es una cifra muy buena, no es para nada insatisfactoria comparado con como están otros sitios.

-La organización de los turnos laborales ha sido uno de los caballos de batalla a los que se ha enfrentado...

-No di el brazo a torcer porque creo que me asiste la razón. Cuando llegué me encontré con unos turnos de radiopatrullas que eran muy buenos para los trabajadores pero que no se ajustaban a la normativa de riesgos laborales. Y dije que eso no se podía mantener. Hubo unos pocos que sólo querían trabajar de noche sí o sí y eso no podía ser. Tengo el apoyo de los tres sindicatos mayoritarios. Tuvimos hasta 19 reuniones y llegamos a un acuerdo.

-Otro tema habitual de queja en Gijón es de la gran cantidad de puntos que necesita un agente que trabaja fuera de Asturias para que su destino sea Gijón, por la cantidad de comisiones de servicio que están asignadas en esta Comisaría.

-Personalmente estoy en contra de las comisiones de servicio y por mí las podrían quitar todas. Creo que es legítimo ganarte la plaza y venir a tu ciudad. Si tienes gente en comisión, esa plaza no se convoca. Yo lo sufrí en el País Vasco, y gané una sentencia histórica por un agregado que había en Gijón y era "amigo de". Pero gané en los tribunales cuando ya estaba en Asturias, y ya no me servía para nada. A veces hacen falta agregados para ocasiones puntuales, por supuesto. Si ahora mismo me llegaran para el verano agentes eso sería muy bueno, pero el 31 de agosto que se vuelvan a su plantilla.

-Aún así la plantilla de Gijón tiene una media de edad baja.

-Ahora mismo la media de edad está en 42 años. Los policías estamos en activo hasta los 65 y hay que adaptar los puestos acordes con la edad, por eso los que están en la calle son los más jóvenes.

-Al llegar a Gijón dijo que entre las cosas que más le preocupaban estaba la violencia de género. ¿Sigue teniendo esa preocupación?

-Por supuesto, porque estamos viendo que hay un incremento de la violencia de género. Es algo que se produce dentro del hogar y de lo que nos enteramos cuando ya es tarde. He visto como quedan esas mujeres, hay casos sangrantes de gente que lleva toda la vida aguantando. El otro día leía que tres de cada cuatro jóvenes consideran que no pasa nada por pegarle de vez en cuando una torta a una mujer. Quedé descolocado.

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