La Consejería de Infraestructuras, Ordenación del Territorio y Medio Ambiente del Principado ha detectado "leves anomalías" en parcelas de Jove y Lloreda (Tremañes) tras el análisis de los terrenos, solicitado por el colectivo vecinal. Por ello, ha iniciado el proceso de contratación de un estudio más amplio de los suelos de ambas parroquias, sobre una superficie total de 500.000 metros cuadrados. Éste, con un presupuesto de licitación de 41.526 euros, permitirá determinar la calidad del suelo, a través de un análisis de su contenido en metales.

Los resultados de las muestras ya tomadas fueron analizados en un laboratorio acreditado de la Universidad de Oviedo. El grupo investigador entiende que el origen más probable de las leves anomalías es la acumulación, mediante deposición atmosférica, de metales procedentes de las emisiones históricas de la industria circundante, sumada al tráfico, y no considera necesario tomar medidas con carácter inmediato. Los valores anómalos detectados corresponden solo a algunas parcelas, principalmente en la zona de Lloreda, según informa el Principado.

Con el segundo trabajo, en proceso de licitación, la consejería de Medio Ambiente pretende profundizar en este proceso de análisis de suelos, extendiéndolo a dos áreas de 250.000 metros cuadrados, cada una en Lloreda y Jove, "con la finalidad de tener unas conclusiones más detalladas y representativas, conocer si existe algún tipo de riesgo y, en caso afirmativo, proponer las medidas de prevención o remediación que procedan".

Por otra parte, Medio Ambiente instaló en enero un captador de partículas en suspensión en el polígono de Somonte, en las proximidades de la empresa aluminera Alusigma, a la que el colectivo vecinal de la zona apuntó como contaminante. Según la consejería, no se ha detectado ninguna superación de los límites legales de concentración de partículas y metales en el aire.