El gerente del Servicio de Salud del Principado (Sespa), José Ramón Riera Velasco, se mostró ayer convencido de que para final de año la lista de espera quirúrgica de más de seis meses que se acumula en el área V (Gijón, Carreño y Villaviciosa) estará depurada. Entre otras cosas porque reconoció que el ritmo actual de derivación general a los centros concertados ya está en niveles "adecuados".
En el caso de Gijón -en Cabueñes había en agosto 122 pacientes con demoras de más de 180 días- esa derivación la tiene, sobre todo, el hospital de la Cruz Roja. En dicho centro, tal como indicaron desde la dirección esta misma semana, los últimos cinco meses supusieron un parón importante en la actividad quirúrgica, con una caída de los envíos por parte del Sespa de casi el 25% respecto al pasado año a fechas de septiembre. Ahora, el centro vuelve a estar casi a pleno rendimiento. Y así lo reconoció Riera Velasco que indicó ayer que "estamos usando Cruz Roja y sus seis quirófanos para intentar que la espera en el área sea mínima".
José Ramón Riera, que ayer visió la Facultad de Enfermería de Gijón, garantizó que la próxima semana volverán a actualizarse en la web oficial del Principado -astursalud- las demoras por hospitales y áreas. "Es una de nuestras grandes preocupaciones aunque hemos de decir que son listas muy parecidas, o algo menores, a las de otros años. Lo que no quita para que queramos llegar a final de año con un numero mínimo de pacientes, o ninguno, de más de seis meses", explicó. El grueso fundamental está en el HUCA con más de 800 pacientes.
Riera Velasco aseguró que el abordaje que está haciendo el Sespa tiene que ver con la ampliación de la capacidad para atender la demanda. Algo que se hará con apoyo de los centros concertados como Cruz Roja, hospital con el que, con casi con toda seguridad, el Sespa tendrá que firmar una ampliación de crédito para que se pueda sacar adelante más trabajo del que inicialmente se firmó en el contrato programa para este año. Al Sespa también le intersea analizar "por qué se genera mucha espera en patologías donde no deberían haber tanta" y también quieren establecer mejores prioridades según procesos. "Nos preocupan todas las esperas, como es lógico. Pero lo que hay que hacer es intentar que no se den las que generen impotencia funcional, pérdida de autonomía o complicaciones", dijo Riera. Tambien se refirió a que deberían de dejar de estar en registros de demoras aquellas "patologías que tengan indicación de un tratamiento o consulta que puedan resolverse de otra manera".