A Inés Rodríguez, de diez años, le dio de inicio un poco de respeto la atracción estrella de la Navidad en Gijón. Por eso esperó a que su compañera de clase y amiga, Noa Zapico, se lanzase en el trineo neumático. "¡Es una pasada, parece que vuelas!", señaló tras descender en el tobogán anexo a la plaza de toros de El Bibio. Y el argumento fue suficiente para convencer a su amiga. Noa e Inés fueron dos de las alumnas que aprovecharon ayer la salida de clase del colegio de La Asunción, a las cinco de la tarde, para disfrutar de la montaña de nieve artificial por la que se desciende en trineos neumáticos.

Con una bajada de unos 20 metros de longitud, y un desnivel del 22 por ciento, de forma individual o un neumático doble, niños y no tan niños se elevan ocho metros para disfrutar después de cinco segundos intensos de descenso. "Se coge mucha velocidad", explica Paula Valdés, que también resalta que no se pasa nada de miedo "Es muy seguro, te agarras, botas y giras", le dice a su compañera de clase María Sevilla, que también se queda con "la sensación de haber volado".

La atracción se encuentra abierta hasta el 17 de enero de lunes a viernes de 10 a 14 horas y de 16 a 22 horas; los sábados de 11 a 24 horas; el 24 y 31 de diciembre, y 5 de enero, de 10 a 18:30 horas; y el 25 de diciembre, y 1 y 6 de enero de 16:30 a 22 horas. El precio para el trineo individual es de tres euros y da derecho a tres viajes, y el del doble es a cinco euros para tres bajadas.

Se trata de una superficie de plástico, que simula una montaña de nieve, o un tobogán de un parque acuático, que consta de tres hileras para el descenso. "Da algo de cosa al principio, pero luego coge mucha velocidad", dicen las gemelas Enma y Paula Fernández, de diez años, mientras piden a su padre repetir otro viaje. "Está muy bien, tendrían que ponerlo también en verano con agua como si fuera un parque acuático", señalan.

Pero la montaña de nieve no fue la única atracción numerosa de la zona este de la ciudad. También la pista de hielo volvió a congregar a numerosos fieles. Un espacio para todas las edades, y para expertos y novatos. Como Alfonso López y Claudia Arribas, ambos de 19 años. "Es divertido y se aprende muy fácil. Están muy bien estas iniciativas", dice Arribas, con la réplica posterior de su acompañante. "Es la primera vez que patino y ya me he caído varias veces", sonríe. Aquí el precio es de cinco euros para disfrutar sobre la pista de hielo del interior de la plaza de toros de El Bibio durante 45 minutos.