Medio año ha pasado desde que Carmen Moriyón diera inicio a su segundo mandato como alcaldesa de Gijón. Seis meses complicados con un gobierno de Foro en minoría, sin apoyos definidos para sacar adelante sus iniciativas y que tiene enfrente una oposición que se distribuye de izquierda a derecha en cinco siglas con otras tantas sensibilidades. Y junto a ese escenario de debilidad de gobierno y pluralidad de oposición la coincidencia en el tiempo de varios asuntos de largo recorrido y vital trascendencia para la ciudad. Pocos días quedan para que se oigan las campanadas de fin de año en la Plaza Mayor. Unas campanadas que para Moriyón y su equipo son el aviso del trabajo que les espera en el ya inmediato 2016.
1Un inicio de año en prórroga presupuestaria. La oposición de izquierda dejó al gobierno de Foro sin presupuesto nuevo para 2016 en la última sesión plenaria de este año. Al equipo de Carmen Moriyón le toca ahora gestionar una prórroga presupuestaria. El primer movimiento es firmar un decreto con los ajustes sobre las partidas económicas iniciales de 2015. La elección del diseño de ese decreto puede generar escenarios bien distintos. Mientras Foro entiende que la prórroga dilata en el tiempo decisiones que afectan a unos 30 millones de euros, desde el PSOE se aboga por sumar en lugar de restar usando para ello los remanentes de este ejercicio, que rondarán los 40 millones. Luego llegarán las modificaciones en Pleno para poder ir incorporando los proyectos, sobre todo inversiones, que se quedaron por el camino. Ya fueran impulsados por el equipo de gobierno o por la oposición con sus enmiendas. Si todo sale según las previsiones de Foro la primera modificación se debatiría en el Pleno de febrero con incorporación de los convenios nominativos en entidades ciudadanas y las mejoras salariales para el personal municipal.
2A la búsqueda de la primera aprobación del PGO. Entre enero y febrero tiene previsto el gobierno de Moriyón llevar a Pleno el nuevo Plan General de Ordenación (PGO) para conseguir su aprobación inicial. No hay mucho más margen ante la cercanía de la caducidad de la documentación medioambiental que acompaña la tramitación del PGO. Aquí el equipo de gobierno de Foro tiene que poner toda la carne en el asador para conseguir una mayoría. Gijón no puede seguir mucho tiempo más rigiendo su urbanismo con una normativa de 1999 tras la anulación en los juzgados de sus dos últimos planeamientos urbanísticos. Y menos ahora que la economía local empieza a salir del agujero de la crisis. Tras semanas de reuniones técnicas para que todos los grupos conocieran el borrador diseñado por Emilio Ariznavarreta y su equipo llega el momento de la negociación política. Cabueñes y El Natahoyo estarán en el centro del debate. Los vecinos de Cabueñes ya han adelantado que no les vale ninguna opción que mantenga el vial de cuatro carriles y que están dispuestos a llevar su lucha ante los tribunales.
3La reformulación del plan de vías. Muchas líneas se escribieron en los últimos meses de 2015 sobre el denominado plan de vías. Ello no supone que todo esté hecho. Ministerio de Fomento y Ayuntamiento de Gijón, con el rechazo del gobierno del Principado de Asturias, aprobaron dos días antes de las elecciones seguir adelante con los estudios para cambiar la ubicación de la estación intermodal de Moreda al entorno del Museo del Ferrocarril. Un trabajo técnico que le corresponde a un ministerio que aún está pendiente de concretar el color político del nuevo gobierno de la nación. Pero pase lo que pase en Madrid, Gijón tiene trabajo. En los próximos días se rematarán las labores de conversión en espacio verde del suelo que ocuparán la estación de tren del Humedal y sus vías. Además, la sociedad Gijón al Norte sacará a la venta sus dos primeras parcelas. El interés que puedan suscitar entre los constructores será un buen termómetro para medir la viabilidad económica de una operación ferroviaria que se financia, mayoritariamente, con esas plusvalías. Al Ayuntamiento le corresponde definir el proyecto y coste de reconducir los colectores que pasan por el subsuelo de la nueva ubicación e la estación intermodal y ponerse a pensar en el plan especial que fije las condiciones del desarrollo urbanístico de toda la zona a partir del cambio de la estación.
4La contaminación con ordenanza y policía. Gijón ha pasado las Navidades en situación de prealerta por altos niveles de contaminación del aire. Una decisión de la Dirección General de Prevención y Control Ambiental del Principado de Asturias que supuso, entre otras cosas, restricciones al tráfico pesado. La lucha contra la contaminación se ha colocado entre las prioridades de la agenda política de las administraciones públicas. Incluida la municipal pese a que la competencia en esta materia sea del Principado. Más allá de que el Ayuntamiento esté implicado en el desarrollo y observancia del Plan de Calidad del Aire de la ciudad, la alcaldesa ha comprometido una nueva ordenanza de protección del medio ambiente atmosférico. El borrador del documento está en manos de los grupos políticos desde hace unas semanas y, si se cumple lo programado, será accesible a todos los ciudadanos a partir del 8 de enero en la web municipal. Allí se abrirá un proceso de participación para incorporar sugerencias al texto normativo. Moriyón, que tiene reservadas las competencias en Medio Ambiente, también ha comprometido la puesta en marcha de una unidad especial de la policía con trece agentes.
5Sin fecha de concertación social. El próximo día 31 acaban los cuatro años de vigencia del pacto de concertación social "Gijón Más". El último de los muchos firmados por la Federación Asturiana de Empresarios (FADE) y los sindicatos mayoritarios CCOO y UGT con el Ayuntamiento de Gijón desde los años noventa y el primero rubricado por Foro Asturias como gobierno. El fin del "Gijón Más" llega entre la incertidumbre de los agentes sociales, que aún no saben si habrá concertación social más allá de 2015. Foro generó la polémica al plantear cambiar el sistema de trabajo y llevar las negociaciones de la mesa de concertación a un grupo vinculado al Consejo Social de la ciudad. La oposición reivindicó desde el Pleno mantener el sistema tradicional. Ahora falta saber cómo ejecutará Foro ese mandato de la izquierda o la incorporación de nuevos interlocutores -sobre todo los autónomos- que se le pide desde otra parte de la bancada municipal.