Gijón y Asturias perdieron esta semana a uno de sus referentes en la conservación y promoción de la cultura asturiana. José Luis Arango, fundador de la editorial Picu Urriellu y uno de los más profundos conocedores de la esencia regional falleció hace unos días víctima de un cáncer de garganta fulminante. Tenía 59 años, y seguía trabajando en su negocio por Asturias con el entusiasmo habitual.

Natural de El Pito, en Cudillero (donde recibió sepultura el jueves pasado), Arango había empezado a trabajar en la venta de artículos asturianos de artesanía en un pequeño puesto ambulante que colocaba en el puerto pixueto. Como el negocio le iba bien, decidió trasladarse a Gijón, donde regentó con mucho éxito la tienda Picu Urriellu en la plaza Mayor. Un rincón donde se vendía de todo, y todo relacionado con la cultura tradicional, con una amplia sección de música folk. Desde el mostrador de la tienda atendía además las preguntas de turistas y gijoneses, y "ese fue el germen de la editorial", apuntaba ayer Berto Álvarez Peña, uno de sus más estrechos colaboradores. De un folleto titulado "Motivos tradicionales asturianos" a una veintena de títulos dedicados a la brujería, la arquitectura tradicional, la flora, los nombres asturianos, el azabache, la cocina tradicional y hasta los quesos regionales, libros todos ellos elaborados con esmero y con gran acogida entre el público.

Paralelamente, Arango continuaba con la distribución de artesanía en un almacén en el que trabajaba con su sobrino. Cuando dejó de regentar el Picu Urriellu de la plaza Mayor gijonesa se hizo cargo de la tienda de artesanía del Aeropuerto de Asturias, que dejó hace unos años después de que no le renovaran la concesión. Todos quienes lo conocieron lamentan su pérdida en lo humano y en lo cultural, como infatigable impulsor de lo autóctono. Falleció soltero, tras una vida intensa llena de viajes y marcada por la curiosidad.