Según las últimas estadísticas que hizo públicas el Ayuntamiento el perfil de conductor sancionado por un control de velocidad es casi siempre el mismo: un hombre de entre 26 y 40 años. Al menos es en ese sexo y en esa franja de edad donde se concentran el mayor número de multas. Cada año los tres radares fijos que se controlan desde las instalaciones del Ayuntamiento de Gijón registran a una media de 250.000 vehículos. Sólo dos de cada cien conductores superan el límite de velocidad, un porcentaje que se ha ido reduciendo a lo largo de los años desde que el área de Tráfico instalara las cabinas para radar en Sanz Crespo, Justo del Castillo o la avenida Juan Carlos I de la ciudad.