El exministro Rodrigo Rato asistió esta mañana al funeral de su tía, Dominica Figaredo Sela, viuda de Juan Alvargonzález y matriarca de una de las sagas más reconocidas de Gijón, los Alvargonzález Figaredo, que falleció ayer a los 94 años de edad tras empeorar en los últimos días su estado de salud.

El funeral por Dominica Figaredo Sela se celebró en la iglesia de San Julián de Somió, donde acudieron numerosas que abarrotaron el templo. En la intimidad de sus seres más queridos sus restos mortales recibieron cristiana sepultura en el panteón familiar del cementerio municipal de Deva

Dominica Figaredo Sela nació en Gijón en 1921 y el próximo 20 de septiembre hubiese cumplido 95 años. A principio de los años cuarenta contrajo matrimonio con Juan Alvargonzález González de la Buelga, naviero, empresario y financiero gijonés. Fruto de ese enlace nacieron once hijos, de los cuales perviven diez, que continúan la estela familiar y que durante años dieron nietos a Dominica Figaredo: María Carmen, Juan, Ángeles, Jorge, Dominica, Romualdo, María Victoria, Gonzalo, Mercedes, Cecilia y Elena, esta última ya fallecida.

Dominica, la gran matriarca de los Figaredo, dedicó por completo su vida al cuidado familiar, tanto de sus hijos como de su marido, Juan Alvargonzález, que murió en 2013. Durante muchos años estuvo, además, vinculada a labores colaborativas en la Cruz Roja. "Tuvo una vida muy intensa. Era una mujer muy positiva que tiró siempre del carro de toda la familia, muy activa y dispuesta a ir la primera a donde fuera. Además cuidó mucho a mi padre y a todos mis hermanos. Siempre fue muy feliz", recuerda su hijo Jorge durante el velatorio en la intimidad familiar.

Era hija del matrimonio que compartían Vicente Figaredo Herrero, ingeniero de minas por la Universidad de Lieja, y Ángeles Sela y Sela, que tuvieron además otros seis hijos. Dominica Figaredo era hermana de Inocencio, Vicente, Antonio, Alberto, Aurora, todos ellos ya fallecidos, y José María, el único que aun vive. Los Figaredo Sela aunaron importantes intereses empresariales en múltiples campos de la industria asturiana como la minería, la siderurgia, la metalurgia, los ferrocarriles, la automoción, las navieras o la banca entre otros sectores durante el siglo XX.

Varios de sus hijos siguieron la estela familiar y continúan hoy en los negocios dando empleo a cientos de personas en Asturias y también fuera de la región. Especialmente en el ámbito marítimo, con la Naviera Alvargonzález S.A., donde trabajan los hijos de Dominica Juan, Jorge y Romualdo. En 2010, incluso, hicieron su personal homenaje a su madre cuando la empresa adquirió un buque "multipurposo" de 13.022 toneladas de peso muerte y 127,32 metros de eslora al que rebautizaron como "Dominica".

Su esposo, Juan Alvargonzález, que disfrutó de una vida dedicada por completo al mar, primero como marino de guerra y luego como naviero, se enroló en la Escuela Naval Militar de San Fernando y fue el número dos de la promoción. Tras dejar el colectivo por problemas de salud impulsó en el año 1953 la construcción de los primeros barcos del astillero Duro Felguera y creó dos años más tarde la compañía Naviera Alvargonzález. Fruto de su actividad fue distinguido con la Gran Cruz del Mérito Naval y el Premio de IME 1987 para la mejor trayectoria profesional.

Además de la parte empresarial, de reconocido prestigio y arraigo en Asturias, también cultivó la faceta social y solidaria como prueba su compromiso con instituciones como el Museo Naval o la Cruz Roja del Mar. Incluso, una vez jubilado, en el año 2002 creó la Fundación Alvargonzález que desde el barrio de Cimavilla mira por el desarrollo cultural de Gijón con numerosos talleres y exposiciones. Es además una entidad que convoca y otorga una serie de becas destinadas al estudio en diferentes modalidades culturales y científicas. Situada en la calle Claudio Alvargonzález, el "Héroe de Abtao" y a la sazón ascendiente de Juan Alvargonzález. Actualmente dos de sus hijos, Romualdo y Jorge ostentan los cargos de presidente y vicepresidente respectivamente además de varias vocalías representadas por el resto de hermanos.

Junto a él estuvo siempre, a su lado, su esposa, Dominica Figaredo, que hasta los últimos días gozó de una envidiable vitalidad. La matriarca, como muchos la consideraban, era también tía del jesuita y misionero en Camboya Kike Figaredo, hoy Prefecto Apostólico de Battambang; y del exvicepresidente de Gobierno y exdirector del Fondo Monetario Internacional, Rodrigo Rato.