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IGNACIO GARCÍA-ARANGO CIENFUEGOS-JOVELLANOS | Presidente de la Fundación Foro Jovellanos

"Tengo un buen sentido del humor; la cara de palo es una actitud defensiva"

"No creo que Jovellanos fuera un santo, sino un hombre normal al que le gustaba el vino, porque organizaba tertulias en las bodegas"

Ignacio García-Arango Cienfuegos-Jovellanos. JUAN PLAZA

Gijonés de pura cepa, Ignacio García-Arango Cienfuegos-Jovellanos nació en el Muelle de Oriente, en1942. Ingeniero de Caminos, fue jefe de la Demarcación de Carreteras de Asturias y ahora preside el Foro Jovellanos.

-¿Qué se siente al llevar encima el apellido Jovellanos?

-Nada, es algo natural y no me ha traumatizado ni para bien ni para mal. Lo peor es que si metes la pata pueden decir "¡qué zoquete, con lo listo que era Jovellanos!"

-Parece usted un hombre muy serio. ¿Es cierto o se trata de un roncha?

-Tengo buen sentido del humor; la cara de palo es una actitud defensiva. Eso lo decía Leopoldo Calvo Sotelo; éramos amigos ya que ambos veraneábamos en la misma zona del Occidente de Asturias.

-¿Presidir el Foro colma su responsabilidad jovellanista?

-No, resuelve mi compromiso con una serie de amigos que me pidieron que les echara una mano. Y un deber de gratitud hacia la gente que arrancó el Foro, comenzando por José Miguel Caso, Francisco Carantoña, Agustín Antuña, Luis Adaro? Y Vicente Cueto, Orlando Moratinos y Rafael Loredo.

-¿Jovino ha pesado en su conciencia laboral?

-Cuando trabajas no te acuerdas de nada, eres como un torero en la plaza; sólo piensas en el toro. Cuando acabé la carrera hice oposiciones, quería venir a Asturias y elegí Demarcación de Carreteras. Me tocó hacer la autopista Y, a pie de obra, ya que los senior eran Enrique Lafuente y Guillermo Goizueta; yo aprendí con ellos y me chupé la obra entera, desde Serín dirigí todo el firme.

- ¿Le reza a San Jovino?

-No, yo no creo que fuera un santo sino un señor normal al que le gustaba el vino, porque organizaba tertulias en las bodegas. Fue un gran hombre y un gran pensador, pero no un beato, aunque sí muy religioso. Manolo Álvarez-Valdés y Valdés escribió un libro, que es como El Cossío de los toros, en que analiza muy bien esta faceta de Jovellanos.

-¿Usted colecciona puentes?

-Los puentes son muy divertidos para hacerlos, pero luego ya no interesan. He hecho veintitantos; mi currículum dice que construí 40 kilómetros de puentes. Entre ellos, el "Arco de la Regenta", el de la playa de San Pedro, en Cudillero, el Puente de los Santos? Hace poco nos dieron un premio por el cuidado del paisaje al hacer las carreteras, creo que injusto. Sería un mérito si fueran en Castilla-La Mancha, pero aquí, donde los matos crecen solos?

-¿Qué puente fue más difícil?

-El segundo de Los Santos, porque tuvimos que actuar sobre el primero. Fue una obra única, muy compleja, cuyo sistema repetimos en el de Cudillero. El de Los Santos lo pinté de rojiblanco, como los colores del Sporting. Si alguien me lo censuraba yo decía que era igual que uno muy bonito que hay en Sidney.

-A propósito, ¿cómo lleva un gijonés convivir con el Real Oviedo?

- Lo tengo superado, soy playo total, pero vivo en Oviedo desde que tenía tres años; mi padre trabajaba en la eléctrica La Popular, así que me siento un poco carbayón pero mi alma es rojiblanca.

-En una ocasión dijo usted que la gente confundía las autopistas con compresas.

-Cierto, quieren que no se noten, que no traspasen, que no manchen el paisaje.

-¿Sabe cantar "Gijón del alma"?

-Yo canto fatal, pero sí, la sé y me presta escucharla, aunque no me parece buena ni la música ni la letra; era mejor y más guapa la del Presi.

-¿Usted, con quién coleguea?

-Con la misma pandilla de cuando éramos pequeños; tengo un montón de primos. Y en Oviedo alterno con gente variopinta.

-¿Por dónde se inclinan sus pasiones?

-Son sencillas, me gusta comer bien, pero no soy un fartón nato. Me interesa el arte, los museos, la música, y leo mucho, historia, novela, ensayo, poesía? Como los cerditos, que comen de todo.

-¿Qué mujer ocupó sus sueños de adolescente?

-Grace Kelly, en quinto y sexto de Bachiller estuve enamorado de ella, su película "Fuego verde" la vi cinco o seis veces.

-¿Qué parentesco tiene con Pedro de Silva?

-Los abuelos de ambos eran primos.

-¿Esto crea afinidad política?

- No, nunca fui del PSOE, ni siquiera debe de serlo ya Pedro. Trabajé en la Administración pero sin meterme en política. Fui un funcionario que, como un camarero o un cura, trabajé lo mejor que pude.

-¿Qué, no soporta?

-La grosería, los voceras, y me cansan los discursos, los oigo como el llover.

-¿Con qué se emociona?

-Con una página de un libro, con una poesía? Cuando ganamos la Copa del Mundo de futbol? Como Jovellanos pienso que los nacionalismos se basan en historias tártaras, que son una chorrada.

-¿Cuál es el último libro que ha leído?

- "La caza de los intelectuales", de César Antonio Molina. Otro sobre Podemos, escrito por un hijo de Gustavo Bueno, que es una crítica tremenda, y "El hombre rebelde", de Albert Camus.

-¿Y su plato preferido?

-Huevos fritos con patatas y chorizo, el rosbeef de La Pondala, y los riñones.

-¿Nunca ha pensado en volver a vivir en Gijón?

-Muchas veces. Vender la casa de Oviedo y comprar una en Gijón es un sueño, pero impensable a estas alturas de la vida.

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