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CÉSAR SÁNCHEZ CENDÁN | DISEÑADOR DEL CARTEL DEL FESTIVAL DE CINE DE GIJÓN Y CREATIVO EN DIVERTIA

El hombre que dibuja festejos

Amante de las motos, la inquietud guía su modo de vida y le ha hecho disfrutar con la escena musical asturiana, el cine, las series y los cómics

El hombre que dibuja festejos

Cuentan los que le conocen que la energía, vitalidad e inquietud que atesora César Sánchez Cendán (Gijón, 1965) hacen que describirle sea una tarea muy complicada. Porque a "Cesarín", trabajador de Divertia y diseñador del cartel de este año del Festival Internacional de Cine de Gijón, es difícil encontrarle sin ningún proyecto o afición entre manos. El fútbol, las motos, la música, el diseño, la gastronomía y la cultura en general son sus pasiones. "Si Cesarín no existiera habría que inventarlo", señalan desde su entorno laboral.

Casado con Trini, tiene un hijo de 15 años que se llama Bruno. La familia es uno de los pilares fundamentales en su vida. Eso y sus compañeros de tertulia en la Sidrería Nava, de El Llano, donde suele disfrutar con su Sporting, una de sus pasiones junto al Ceares, equipo del que es socio. Cais siempre acude de forma entusiasta a ver sus partidos en La Cruz.

A Cesarín le gusta comer y la sidra. Y disfruta de ambas en su cuartel general -la ya citada Sidrería Nava- donde sus dueños, Orlando y Pedro, saben que es alérgico al pescado, pero no a las croquetas, cachopos, parrillas de verdura y potes asturianos, sus platos preferidos, y que siempre integran uno de sus menús perfectos.

Comenzó a trabajar en la Sociedad Mixta de Turismo y Festejos a mediados de los años noventa, hace prácticamente ya dos décadas, debido a su relación con la escena musical de la ciudad. Ayudaba en aquel momento a las tareas de producción, de montaje o en "Arte en la Calle". Años más tarde el Ayuntamiento de Gijón separó Turismo del área de Festejos, y éstos pasaron a incluirse en la empresa municipal Teatro Jovellanos. Fue entonces cuando, tras unos años en el equipo de producción, Diego Losada, que era responsable de comunicación del Teatro Jovellanos y es el actual jefe de prensa de Divertia, propuso a la gerente Carmen Veiga que César pasara a su departamento para ayudar en las tareas de diseño gráfico. Desde entonces, y después de pasar un concurso de oposición, César es el diseñador responsable de todas las creatividades que se realizan desde Divertia. Y ahí es donde están incluidos la cartelería de teatro, los conciertos, los programas de mano y los semestrales.

César es sobre todo ilustrador y diseñador. Tiene talento innato para dibujar y diseñar. Estudió Diseño Gráfico en Gijón y más tarde en Estados Unidos. De ahí que este año fuera el encargado de idear el cartel del Festival Internacional de Gijón, tomando el relevo a ilustres diseñadores externos como Javier Mariscal, Ana Juan, Pep Carrió o Isidro Ferrer. "Me he tomado este trabajo como un aficionado más del cine y, en particular, del de (Stanley) Kubrick", indicó en la presentación del cartel, en el que hace una referencia al "Hal 9000" de la película "2001: Una odisea en el espacio", basada a su vez en la novela que Arthur C. Clarke publicó en 1968. La inspiración es ese superordenador con un ojo-lente que todo le ve. "He procurado la mayor sencillez posible, que lo importante fuera el concepto; y, además, he optado por una tipografía que considero limpia y elegante", explicó.

César es para sus compañeros sobre todo un gran tipo y una gran persona. Ésa es su mayor virtud. Siempre con una sonrisa y con un sí por delante. Tiene un espíritu de eterno rebelde, y este año, se ha apuntado a clases de guitarra eléctrica para mejorar su técnica. Al mismo tiempo, y de paso, recordará su época de guitarrista en varios grupos de rock "improvisados" en los años noventa.

En esa época estuvo muy relacionado con la escena musical asturiana, en su primera etapa, como dueño del Zero, donde comenzaron a bregarse en directo los grupos que más tarde formarían parte del movimiento "Xixón Sound". Después siempre estuvo trabajando en bares que destacaban por la música que los clientes podían escuchar cuando acudían, como era el caso de La Plaza, El Guetu, El Bola 8 y La Folixa.

La música, de la que es un gran amante, sigue formando parte de su día a día. No ha dejado en ningún momento a un lado el rock and roll. Hoy en día es muy habitual verle en los numerosos conciertos que se organizan en las salas Savoy, Albéniz o en el Casino. Porque a César le gusta la música, pero tiene que ser en directo. Por eso es un gran consumidor de conciertos, y también del cine y las series de televisión. Para finalizar cada día, antes de dormir, se despacha con algunos capítulos de las últimas propuestas internacionales de series como "Daredevil", "Fargo", "Juego de Tronos", o "Sherlock".

En el caso del cine, la afición se ha reforzado a raíz de su hijo Bruno, que se le ha contagiado, y ha hecho que ambos sean grandes aficionados. Además comparten pasión por el mundo del cómic, tanto del viejo como del nuevo mundo de los tebeos.

El deporte y el fútbol en particular es otro de sus puntos de fuga. Llegó a jugar en Tercera División en el Camocha. "Fue un extremo zurdo rápido y muy hábil", recuerdan sus allegados. Después se pasó al fútbol sala, con partidos cada semana con un grupo de amigos y de los medios de comunicación, entre los que se encontraban redactores de este diario. César es, como ya se ha dicho, un seguidor y sufrido del Sporting y un entusiasta socio del Ceares.

Aunque de todo lo comentado anteriormente es gran aficionado y gran conocedor, la que quizás se lleva la palma es la pasión por las motos. Conoce cada detalle de cada modelo. Adora las clásicas, sobre todo los vespas, pero también se queda rendido frente a modelos modernos. El pasado año vendió su vespa antigua y otro modelo honda vintage, y este año ha estrenado una Suzuki V Strom 1000, seguramente menos bonita, pero mucho más práctica, sobre todo para que le acompañe su mujer Trini. A ambos les gusta disfrutar del ruteo algunos fines de semana y dejar que les lleve la carretera a lugares sorprendentes.

Así, le gusta hacer rugir el motor en la carretera y devorar cultura. A lo que suma su afición al deporte, algo que también practica en Talasoponiente, donde acude para mantenerse en forma cuando se lo permite su trabajo en la empresa municipal Divertia. Jesús Martínez, concejal de Turismo, Festejos, Deportes y Juventud y presidente de Divertia, también destaca su personalidad y profesionalidad: "Trabajar con César es un lujo, no sólo por que sea un gran profesional, creativo, trabajador y que se crece ante las adversidades, también porque es de esa clase de gente que se esmera en hacerle las cosas más fáciles al resto y logra que haya muy buen ambiente en la oficina".

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