Carmen Moriyón radiografió ayer en Madrid la cirugía del "cambio de piel" que experimenta Gijón en los últimos años de la mano del ecosistema empresarial de la "milla del conocimiento" y la apuesta por el turismo activo. Lo hizo en el Foro Smartcity que organiza Nueva Economía. Moriyón, presentada por Francisco Álvarez Cascos, asoció el futuro de la ciudad a la incorporación de las nuevas tecnologías y a un modelo turístico que rompa la estacionalidad veraniega y apueste por el deporte: "Gijón está en pleno proceso de cambio de piel. No es un cambio cuantitativo sino una transformación cualitativa", dijo la alcaldesa, antes de acometer un recorrido socioeconómico por las últimas décadas de la vida de su ciudad, desde el inicio de la industrialización a nuestros días, con el nacimiento de una nueva economía, tras la brutal reconversión, en torno a procesos productivos limpios y el impulso de las nuevas tecnologías.

La mandataria gijonesa identificó esa mudanza productiva con el Parque Científico y Tecnológico: "Esa mudanza al modelo del chip es un instrumento fundamental en el cambio de piel que está experimentando Gijón. La concreción de ese nuevo modelo de empresa es el Parque Científico y Tecnológico de Gijón, de promoción exclusivamente municipal, en el que coexisten con empresas otras entidades como centros tecnológicos, centros de investigación, con una conexión muy estrecha con la Universidad de Oviedo, favoreciendo la transferencia de tecnología y conocimiento". Carmen Moriyón cuantificó la actividad del Parque, uno de los motores principales de la economía local: "Actualmente están instaladas más de 130 empresas que emplean a más de 4.000 trabajadores con una facturación conjunta que supera con creces los 2.000 millones de euros. En los últimos años, el Parque Científico es el mayor yacimiento de empleo de Asturias", aseveró.

El cambio del modelo turístico figura también, para Moriyón, en esta modificación epidérmica de la ciudad: "De los tiempos de sol y playa estamos pasando a la demanda de bienes culturales, valores paisajísticos y medioambientales. Se busca la llegada de un turista nuevo que viaja a Gijón fuera de los meses de verano. Una evolución del turismo pasivo al activo que entronca con las prácticas deportivas. La llamada del deporte forma parte del alma colectiva gijonesa, una ciudad que tiene clubes deportivos de más de 30.000 socios, como el Grupo Covadonga, que se configura como una ciudad dentro de la ciudad, o como el Club Natación Santa Olaya, con más de 16.000 asociados. Pocas ciudades hay más aptas que Gijón para ofrecer en su campus universitario grados y másteres relacionados con el deporte. Todo se andará".

Este "cambio de piel", según Moriyón, está ligado también a la mayor cualificación de la mano de obra: "Hemos pasado de una formación de bachilleres a una juventud volcada en los estudios de grado y máster", señaló.

Tras añadir que la política municipal requiere de "dosis masivas de realismo", la alcaldesa dijo que la "hoja de ruta" de su gobierno "recoge la visión de una ciudad que aplica las nuevas tecnologías para mejorar la calidad de vida de sus habitantes. Con Amsterdam y Leeds, Gijón está en la final del Premio de la Red de Ciudades Inteligentes". Moriyón, que se confesó defensora a ultranza de las nuevas tecnologías, aventuró cuál será su impacto en el futuro: "Las smartcities van a provocar grandes cambios. A varios años vista, el empleo, tal como lo conocemos, será un bien muy escaso. La única forma de mantener el bienestar en una ciudad consistirá en que la productividad de la mano de obra sea elevadísima. Será problemático el reparto de la tarta pero estará asegurado que habrá tarta. Habrá que ir a un nuevo contrato social".

Además, Moriyón hizo hincapié en la especial atención de su Ayuntamiento hacia los sectores de población que han sufrido con mayor virulencia los efectos de la crisis, aunque no mencionó que la Fundación de Servicios Sociales no ejecuta en los últimos años todo el gasto previsto, cerrando cada ejercicio con superávit. "Hemos concedido más becas que nunca para educación infantil. Tenemos también un plan de ayudas para mayores de 65 años que cubre sus necesidades de alimento, abono de la factura energética, suministro de electrodomésticos, y teleasistencia. Las ayudas de emergencia han llegado este año a 1.340 familias, paliando los retrasos en el pago del salario social que gestiona el Principado. La cohesión social es el espejo en el que le gusta mirarse a los gijoneses".

Arropada por una nutrida representación de distintos ámbitos de la vida gijonesa, Moriyón defendió la austeridad de su mandato, amortizando deuda pese a la bajada de impuestos y a la congelación de tasas y apuntó al paro como el problema más importante de su ciudad. En este punto defendió a capa y espada la labor empresarial y abogó por reconocer la figura del empresario como generador de empleo. "No podemos tratar con recelo a los empresarios. En Asturias, los prejuicios hacia los empresarios han sido hasta cómicos. Debemos hacer pedagogía social para mejorar su imagen. No puede haber cohesión social sin empresas, por lo que gravar con más impuestos a quien crea empleo es un negocio ruinoso para Asturias". Moriyón defendió su gestión al frente de las empresas municipales donde afirmó que han desaparecido los gastos superfluos y los números rojos. Se refirió, al criticar la gestión del anterior gobierno socialista, a "un teatro que gastaba lo que no recaudaba", señalando al Jovellanos, pero no citó que Divertia, la empresa municipal que gestiona el ocio, los festejos y la cultura municipal, acumula cada uno de estos últimos años fuertes déficits, como el Festival Internacional de Cine.

Por último, Moriyón abogó por una "entente" de las comunidades de la Cornisa Cantábrica: "Somos cuatro comunidades semejantes en muchos aspectos pero cada una hacemos la guerra por nuestra cuenta. En algún momento, las comunidades del Cantábrico tendremos que sacar a relucir la inteligencia del norte para que se nos saque del olvido oficial".

La alcaldesa estuvo apadrinada en Madrid por Francisco Álvarez-Cascos, secretario general de Foro, quien recurrió una vez más a su discurso catastrofista de los últimos años. Según su opinión, "los asturianos llevamos muchos años protagonizando un doloroso proceso de decadencia" y que sitúan al Principado "a la cola del crecimiento de la población, del PIB, del empleo y del aumento de los salarios, pese a que simultáneamente se mantiene a la cabeza de España en presión fiscal".

El expresidente del Principado definió a Carmen Moriyón como "una asturiana hija de su tiempo y de su tierra que encarna los valores de cambio, proximidad y esfuerzo" y aplaudió su apuesta municipal en Gijón de "dialogo permanente con todos los grupos políticos municipales".