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Adiós, de corazón

Personalidades tan relevantes como María Elvira Muñiz, Claudio Fernández Junquera y José Antonio Roncero dejaron a esta ciudad huérfana en 2016

José Antonio Roncero.

Nada más comenzar el mes de enero del año 2016 murió uno de los fundadores de la UCA, Unión de Campesinos Asturianos, Julio Trabanco, a los 91 años. Julio Trabanco fue "pionero", casi niño, en las Juventudes Socialistas Unificadas durante la Guerra Civil y luego militante en el PCE, en la clandestinidad y la legalidad, y más tarde de Izquierda Unida. Fue despedido civilmente en el tanatorio. Al poco moría otro militante de la izquierda, Victorino Gonzalo García Fernández, conocido como Gonzalín. Una bandera de la Corriente Sindical de Izquierda, CSI, y otra con la hoz y el martillo cubrieron el féretro de Gonzalín en la Casa Sindical. Hombre muy comprometido, miembro de la primera comisión ejecutiva de la CSI y participante toda su vida -murió a los 71 años- en múltiples movilizaciones sociales.

A mediados de enero la iglesia de Fátima, en La Calzada, se quedó pequeña para acoger a los amigos que despidieron a Margarita Rodríguez, directora del grupo folclórico Los Collacios que fundara en el año 1969. Las gaitas y las castañuelas sonaron en el funeral, y las voces de la Coral Asturiana de Gijón también; Margarita y su marido Roberto González formaban parte de esa coral. Muchos testimonios hablaban de que "Margarita y Los Collacios son una institución en La Calzada", y muchos antiguos alumnos y componentes de Los Collacios asistieron al funeral, el 14 de enero.

En febrero murieron José Manuel Peón, de la Peña Ciclista BTT, a los 42 años en accidente de moto; y dos figuras de la "historia dulce" de Gijón. Una fue, a los 100 años, Tomy García histórica encargada de la confitería La Playa. Tomy conoció desde niña el negocio familiar que sus tíos Ambrosio García y Fabián Castaño fundaran en el año 1921 en el Muro; de ahí el nombre de la confitería que luego ser asentara en la calle Corrida. Por otra parte falleció también Pepu Noval, propietario de heladería Islandia y que popularizó, además de los clásicos, los helados de fabada y de sidra. Tras el mostrador, en la misma heladería de la calle de San Antonio (abierta desde 1958) murió Pepu, "referente del comercio gijonés por su carácter emprendedor y su socarronería".

El médico Jaime Torner recordaba en un artículo a la enfermera, docente e investigadora Carmen Chamizo Vega entre otras cosas autora del libro "La Gota de Leche y la Escuela de Enfermeras", y en el mismo mes de marzo nos dejaban el periodista deportivo Gaspar Rosety, fallecido muy joven también, como Carmen a los 57 años, y el músico Alejandro Espina bajista de Ilegales. A mitad de marzo moría José Ramón Herrero Merediz, exsenador e histórico dirigente de la izquierda. Varios artículos glosaron en LA NUEVA ESPAÑA la figura del abogado gijonés, exmilitante del PCE en la clandestinidad, senador durante catorce años y eurodiputado también, "antifranquista valiente, uno de los primeros abogados laboralistas, uno de los referentes de la izquierda gijonesa, una vida plena de ética y compromiso?".

Tino Dorado era la mitad del dúo gijonés Los Hermanos Dorado, y murió en marzo a los 86 años. Su hermano gemelo Orlando ya había fallecido seis años antes y ambos fueron protagonistas (Miguel Escalada lo recordaba en un artículo) de la música local en los años cincuenta y sesenta con versiones de "Ovejita lucera" o "Papuchi y mamuchi". Pero Los Hermanos Dorado siguieron actuando en bares, bodas y eventos varios hasta finales del siglo pasado. En la primavera de 2016 El Natahoyo despidió a Emilio Díaz, que fuera director de la Fundación Revillagigedo desde 1993 hasta 2004, y el fútbol base a José Fernández, El Negro, coordinador de la cantera de Mareo durante 25 años, y Gijón entero al filántropo católico Carlos Sánchez. El economista Carlos Sánchez, jubilado de Cristalera y cofundador de proyecto Hombre murió a los 104 años y ya desde el año 2011 una calle de El Coto lleva su nombre. Había sido además colaborador de la Cocina Económica, miembro de Adoración Nocturna y, entre otras cosas, cofundador del proyecto solidario "De Hermano a Hermano". Noventa y cinco años hubiera cumplido en el verano Dominica Figaredo Sala, viuda del marino, naviero y empresario Juan Alvargonzález que ya había muerto tres años antes. Contaba el diario que la matriarca de los Figaredo, había tenido once hijos de los que perviven diez.

En junio y julio morían Jorge Burgaleta, el ingeniero que levantó Uninsa y que había sido presidente de El Musel y del Club de Golf de Castiello; Manuel Carlos Muñoz Vega, que era en ese momento jefe de Obras Públicas del consistorio gijonés, que murió ahogado a los 44 años mientras pescaba en el río Sella, y dos empresarios Mario Martínez Ordóñez, fundador de Limpul, a los 79 años, y Fernando González Espina hostelero (jugador de balonmano en Grupo Covadonga, también) que regentó locales como Pachá, Limón y El Rinconín de Deva. Tres artículos, de Teté Balseiro, Fernando de la Hoz Elices y Ricardo Álvarez recordaban la figura de González Espina como la de "un visionario de la hostelería local". También en el verano nos dejaba Carmina Paraja a los 91 años, una de las hermanas fundadoras del Albergue Covadonga. El funeral de la hermana Terciaria Capuchina de la Sagrada Familia fue oficiado por su hermano, el sacerdote Ramón Paraja y contó con la asistencia de la alcaldesa Carmen Moriyón, amiga de Carmina Paraja desde su etapa de estudiante de medicina. A principios de agosto moría Andrés Avelino Álvarez Costales a los 73 años. Álvarez Costales había sido concejal de PCE en la primera legislatura municipal, entre 1979 y 1983, y líder del grupo municipal comunista, y luego fue también concejal ya por el PCA primero, cuatro años, y luego otros cuatro como concejal de Izquierda Unida. Como "ejemplo de coherencia y honestidad" era recordado Andrés en varios artículos. A los pocos días moría a los 90 años Celestina Marrón, histórica militante comunista de Comisiones Obreras. Vemos una foto del acto en el tanatorio con su féretro cubierto con las banderas de CC OO y republicana, y recordaba su necrológica su largo compromiso político y la Medalla al Mérito en el Trabajo que le había concedido el gobierno asturiano en el año 2009.

Pilar Fernández-Peña, luchadora en favor de los derechos de las mujeres, y que había presidido la Asociación de Mujeres Separadas y Divorciadas de Asturias, murió el 4 de septiembre; Carlos Fernández Caicoya, profesor y uno de los máximos referentes en cuanto al estudio y defensa del patrimonio industrial asturiano lo hacía a los 65 años, y María Elvira Muñiz, Marial, fallecía, a los 93 años, a finales de septiembre. Marial era una de las grandes profesoras del Principado, estudiosa de los escritores asturianos que dedicó 45 años de su vida a la enseñanza. De hecho muchos de sus exalumnos -entre ellos la que fuera alcaldesa Paz Fernández Felgueroso- recordaban en el diario su figura y reconocían su magisterio. María Elvira Muñiz tiene una calle con su nombre, desde 2001, en Gijón, en Montevil; el Ayuntamiento le había concedido la Medalla de Plata en 2008, y un premio con su nombre galardona anualmente la promoción de la lectura en el concejo.

Las ondas radiofónicas de Gijón se pusieron de luto a comienzos de diciembre por la muerte a los 69 años de Jorge Cabeza, que había sido, durante más de veinte años, director de Radio Nacional de España en Gijón. Carlos Rodríguez y Alejandro Ortea lo recordaban como un hombre natural de Moreda de Aller, "profesional íntegro y hombre de radio".

Fue noticia el fallecimiento de "un gran impulsor con Luis Adaro de la Feria de Muestras, presidente durante 19 años de la Cámara de Comercio, un prohombre del último medio siglo gijonés y que fue un adalid en la ampliación del puerto de El Musel". Muchos merecidos elogios hacia Claudio Fernández Junquera que en Gijón murió el primer día de diciembre.

Varios artículos nos relataban la vida personal y empresarial de Claudio Fernández Junquera, y algunos incidían en que con su muerte se ponía fin a una generación histórica de navieros entre los que habían estado Andrés Ruiz de Velasco, Dionisio Fernández-Nespral Aza, Juan Alvargonzález de la Buelga, o Javier Loring entre otros. Muchos empresarios, amigos, allegados y representantes políticos (había sido concejal entre 1961 y 1967 y presidente del Partido Popular en Asturias en la década de 1970) llenaron el tanatorio y la iglesia de San Julián en Somió para despedirlo. En el año 2010, LA NUEVA ESPAÑA había publicado las "Memorias" de Claudio Fernández Junquera redactadas por Javier Morán.

A mediados de diciembre murió a los 83 años José Antonio Roncero, precursor de balonmano asturiano. Fue jugador y dirigió la selección nacional masculina en 71 partidos, a la femenina en 24 y a la junior en 32 ocasiones. Roncero fue profesor de educación física en el colegio del Corazón de María, director deportivo del Grupo Covadonga y presidente, entre los años 2000 y 2004 de la Federación Asturiana de Balonmano. No habían pasado una semana y ya el Ayuntamiento acordó dar su nombre a una calle de la ciudad.

En el obituario del día 18 de diciembre aparece en el periódico la noticia de la muerte de Juan Antonio de Blas, de 74 años, maestro, guionista y crítico de cómics, y autor de varios ensayos sobre la Guerra Civil en Asturias. Además sobre la contienda publicó Juan Antonio de Blas la novela "¿Hay árboles en Guernica"? Unos días más tarde fallecía el hostelero Alfredo González Vega, "el del Escocia" por regentar hasta hace pocos años el bar Escocia en la subida a la Colegiata, mítico establecimiento que había puesto en marcha su padre Alfredo González Fernández que también había estado al frente de un no menos legendario Mesón El Gallo, en Cimavilla también.

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