Un sábado de tantos, en el colegio Elisburu se jugaba un partido de fútbol sala entre los equipos prebenjamines del Xeitosa B y del Manuel Rubio B. Los ánimos se fueron calentando y se montó una trifulca en las gradas de la que participaron padres y entrenadores. La tensión fue tal que se hizo necesaria la presencia de la Policía Local para disolver la pelea. Los incidentes se produjeron al término del encuentro, que terminó con la victoria de los locales por 7-2.

El partido se disputó el pasado sábado 4 de marzo y los incidentes, según testigos presenciales, se habrían iniciado por una trifulca entre dos de las madres de los niños. Los agentes municipales que se desplazaron hasta el lugar de los hechos se vieron obligados a parar el encuentro para identificar a las dos participantes en la pelea, que finalmente se saldó sin heridos. Al parecer, y según relataron a este periódico varios testigos de los hechos, una de las mujeres había reprochado a la otra espectadora que insultara a su hijo desde la banda en la que seguían el encuentro.

La trifulca se pudo solventar finalmente con presencia policial. Fuentes cercanas a uno de los equipos de fútbol que se vieron afectados por este suceso (y en los que juegan niños de entre 6 y 7 años) calificaron ayer lo sucedido de "hecho aislado", y pidieron que no se empañe el trabajo que se realiza con estos escolares "con la actitud de estas personas".

Lo cierto es que no es la primera vez que sucede algo así en Gijón esta temporada. A finales del año pasado un árbitro tuvo que detener un partido de críos de cinco años por la actitud de los padres, aunque entonces no se hizo precisa la presencia policial.

En otros campos de Asturias también se han producido algunos problemas recientemente. En Avilés, la Policía Local tuvo que acudir al encuentro entre el Avilés Deportivo y el Sanfer de categoría benjamín después de un incidente entre un entrenador y un árbitro. El asunto no pasó a mayores.