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YOHANNA ALONSO | GUARDIA CIVIL Y CAMPEONA DEL MUNDO DE MUAY THAI (BOXEO TAILANDÉS)

Luchadora de tricornio y guantes

"La Leona", apodo de esta gijonesa criada en León, creció como deportista de muay thai de la mano del maestro Lek, 28 veces campeón en Tailandia

Luchadora de tricornio y guantes

Se fue con ocho años pero Yohanna Alonso no ha olvidado sus raíces y con frecuencia regresa a a su Gijón natal al reclamo del olor a salitre. La próxima vez que vuelva por la ciudad que la vio nacer el 1 de junio de 1983 lo hará como campeona del mundo de muay thai, un título que logró hace una semana en Tailandia, cuna de esta disciplina milenaria de artes marciales que tiene su origen en el muay boran, que utilizaban los monjes budistas en el año 200 antes de Cristo.

"La Leona", como así la conocen muchos al ser León su ciudad adoptiva, echa de menos los aires de Asturias. Dejó Gijón con ocho años, por motivos laborales de su padre, después de iniciar sus estudios en el colegio Montevil. Viene cuando puede a disfrutar y desconectar de sus jornadas maratonianas que le provocan su puesto en la Guardia Civil y las artes marciales. Le encanta pasear por su barrio, ver los cambios que se han producido después de cada visita. En verano es sagrado visitar San Lorenzo, tomar el sol junto a sus tíos y pasear por la orilla de la playa o tomar un café en el tostaderu. "Lo extraño muchísimo", asegura. Cada llegada a Gijón es un volver a empezar para ella. Un retorno a su infancia gracias a que sus tíos, que ahora viven en la casa en que nació, mantuvieron intacta su habitación porque así se lo pidió ella. "Es como volver a mi infancia cuando llego, me encanta", desvela la campeona.

Siempre fue una niña activa. Comenzó entrenando a gimnasia rítmica porque su padre no veía claro lo de las artes marciales y no la dejaba practicar deportes de contacto. Pero persistió en la idea y a los 17 años se enfundó las cintas en las manos para asestar puñetazos directos, cruzados, codazos y ganchos en el muay thai, que se ha convertido en su estilo de vida. Para ella entraña arte, educación, respeto, vida tanto dentro como fuera del cuadrilátero. La lucha por ser la mejor en estas lides encontró recompensa el 19 de marzo.

Llegó a a la localidad de Ayuttahya, antigua capital del país y sede de la competición, el pasado 4 de marzo, para mimetizarse con el ambiente. Un escenario de sobra conocido para ella pues ya el año pasado logró allí el subcampeonato. Un sabor agridulce, el de quedarse con la miel en los labios, dentro de que el 2016 fue para ella un buen año deportivo en el que sumó 21 victorias en 30 combates. El domingo no se le podía escapar de nuevo y la tailandesa Farung Srithong, que jugaba en casa, no tuvo opción en la categoría de 60 kilos, donde Yohanna Alonso es una autoridad.

Su rival no tuvo posibilidades en ninguno de los tres asaltos. Sus rituales previos a cada pelea dieron esta vez sus frutos. Uno de ellos -y el más importante- es mirar al cielo para pedirle a su madre que la cuide. El otro es obligatorio en su disciplina deportiva: el waikru, una especie de ritual con tintes de danza que además de ahuyentar a los malos espíritus permite al deportista calentar sus músculos y despejar la mente en pro de la concentración. Se lo enseñó su mentor Narong Wongsoonthon, conocido por todos como maestro Lek, que llegó de Bangkok hace casi cuatro décadas y nunca más se fue. Montó un gimnasio en León, donde Yohanna aprendió de su sabiduría y destreza (fue 28 veces campeón en su país). El maestro Lek, que posee la medalla de oro concedida por el rey de Tailandia, eligió una "Buawloy" como emblema de su pupila, una planta tailandesa de color rosa -como el tono de su pantalón en los combates- que siempre flota y nunca se hunde.

La victoria de Yohanna Alonso corrió como la pólvora por las redes sociales gracias a su notable actividad en varias cuentas a través de las que ha difundido los valores y enseñanzas del muay thai y las artes marciales. Tuvo como respuesta mensajes de felicitación de mucha gente. Desde Íñigo Errejón, que escribió "es un orgullo tener a deportistas españolas conquistar títulos como el de Yohanna, campeona del mundo de muay thai ¡Enhorabuena!", hasta el propio ministro del Interior, Juan Ignacio Zoido, que le dedicó un "Enhorabuena, primera española campeona del mundo de muay thai. Estamos orgullosos".

El muay thai no es la única disciplina en la que se maneja esta campeona gijonesa. Es luchadora MASL (la liga de artes marciales), cinturón azul de Jiu Jitsu, instructora avanzada de Jeet Kuned Do, cinturón negro 1er Dan y entrenadora nacional de Krav Maga. Y tiene título en MMA, wing chun y eskrima filipino. Su fama y proyección inernacional ha ido in crescendo poco a poco. Al punto de lograr su inclusión en el prestigioso Hall Fame de las Artes Marciales de Italia, donde tiene el rango de Caballero del Deporte por la Orden Nacional, y ostentar el título de delegada para la mujer en España de la Asociación de Defensa Personal Costa Blanca.

Yohanna Alonso no pierde el tiempo. Si el día durase 26 horas, algo inventaría para rellenar el espacio. Entre otras muchas cosas, es coreógrafa de cine de acción y artes marciales y participó como actriz en el cortometraje 'Nueva Carne', dirigido por José L. Vicedo y rodado en Ciudad de la Luz, Alicante en 2012. Hizo sus pinitos como modelo al protagonizar el calendario solidario 2017 de la Asociación Española Contra el Cáncer (AECC) para lograr fondos. No es de extrañar que persiga hacer peleas benéficas durante este año 2017 para recaudar dinero para luchar contra el cáncer y el maltrato.

Pero sus golpes más duros los deja para cuando se enfunda el uniforme de la Benemérita. Su profesión es perseguir a los malos y contribuir al bienestar y seguridad de la gente. Especialmente de las mujeres, pues su función en la Comandancia de León -es Guardia Civil en Cistierna- es proteger a las mujeres maltratadas después de obtener un título en un posgrado de Psicología y especializarse en violencia de género. Una labor, a la que se entrega en cuerpo y alma, que también vale su peso en oro.

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