Decenas de vecinos de la colonia de El Pisón escucharon ayer de boca de su abogado, Marcelino Abraira, la situación en la que se encuentra su batalla judicial contra la depuradora de la zona este, que se encuentra paralizada por sentencia anulatoria firme. Entre las últimas acciones llevadas a cabo por el letrado está la de intentar frenar el proceso de retramitación de la depuradora ya construida iniciado por el Ministerio con el objetivo de legalizarla.

Hasta ahora, el Estado realizó un proceso de consulta previa a vecinos y otras entidades, así como sacó a licitación la redacción del nuevo estudio de impacto ambiental de la depuradora, sin que se presentara ninguna oferta. El ataque judicial de Abraira va dirigido contra el proceso de consulta llevado a cabo, en el que también interpelaron a los vecinos de El Pisón. "El único trámite que se ha hecho realmente es el periodo de consultas. Presenté un recurso de nulidad ante la administración, dado que, de acuerdo con la legislación europea, no se puede pedir a un afectado una consulta sobre algo de lo que no se le ha informado previamente", explica Abraira. Otro frente abierto es el de la reclamación de una indemnización de 40.000 euros en concepto de "daños morales" sufridos por los vecinos al tener que soportar las obras de construcción de la estación depuradora durante semanas después de que el Tribunal Supremo dictase la anulación definitiva de su anteproyecto y estudio ambiental. "El juez ya dijo en un auto que los vecinos tenían derecho a ello", recuerda Abraira.

Además, el abogado de los vecinos está a la espera de que la Audiencia Nacional "ordene la demolición" de la depuradora construida junto a la colonia de El Pisón en ejecución de la sentencia anulatoria. "No tardarán en decretar esa orden y dar un plazo a la administración para que ejecute la demolición. El abogado del estado reclamaba que se permita provisionalmente su funcionamiento o, al menos, el del desarenado-desengrasado desactivado de la planta de pretratamiento, pero yo dije al juez que eso está fuera de la ejecución de sentencia dictada. El asunto se fallará en cualquier momento", afirma, confiado, Marcelino Abraira.