Ángel De la Calle, director de la Semana Negra de Gijón y uno de los autores de comics más relevantes de España, presentó ayer en La Casa del Libro de Madrid su última criatura, "Pinturas de guerra", una novela gráfica que relata e ilustra la vida en el exilio de un grupo de intelectuales sudamericanos instalados en Europa por la presión a la que fueron sometidos por las dictaduras de sus países de origen. Acompañaron a De la Calle dos versos sueltos de la izquierda y de la derecha de la política española. Por un lado, Juan Carlos Monedero, promotor de Podemos autoexcluido de la parte institucional de la formación de Pablo Iglesias para no comprometer al partido con alguna opinión alejada de la línea oficial. Al otro lado, Luis Alberto de Cuenca, secretario de Estado de Cultura en el segundo gobierno de Aznar, letrista en los albores de la Orquesta Mondragón y Loquillo, y Premio Nacional de Poesía.

De Cuenca destacó de "Pinturas de guerra" su sabor "cortazariano, evocador de los westerns de mi adolescencia. Es toda una novela, aunque su expresión sea gráfica" y señaló a De la Calle como gran candidato al Premio Nacional de Cómic.

Juan Carlos Monedero, por su parte, coincidió con Luis Alberto de Cuenca "en la estructura interna del libro, propio de cualquier novela" y destacó "la voluntad del ser humano por sobrevivir, aunque estar vivo conlleve en cierta manera una idea de culpa" que refleja el libro.

Ángel de la Calle, que obsequió con un dibujo original del libro a los que lo adquirieron ayer, comentó las relaciones humanas que tuvo con los protagonistas de la novela a la hora de prepararla así como su visita a escenarios emblemáticos de la represión argentina como la Plaza de Mayo o la Escuela Mecánica de la Armada, el centro de torturas del régimen argentino.