Los profesionales de urgencias y los responsables sanitarios del área V lo tienen claro: hay que reordenar y reducir el número de puntos de urgencias abiertos en los centros de salud los días laborables. Incluso cambiando las actuales adscripciones de centros y la organización de los equipos, para compensar mejor el volumen de atención que se da en cada centro, que ahora es muy desigual.

Pero esa reordenación aún tienen que aprobarla la Consejería de Sanidad, el Sespa (Servicio de Salud del Principado) y los vecinos. Los dos primeros aún no han dicho nada sobre unos cambios que implicarán más dinero y pueden tener su punto de controversia política; los vecinos, por su parte, ya han manifestado sus reticencias a cualquier cambio, tal como el miércoles expuso el portavoz de la Federación en el Consejo de Salud del área en el que se trató el tema. Y sin el acuerdo vecinal "no se llevaría a cabo la reorganización", garantiza Miguel Rodríguez, gerente del área V.

Pero, primero, el visto bueno le corresponde a las autoridades sanitarias regionales, y aún no está claro. "La Consejería y el Sespa deben ver la viabilidad política y económica del tema, y luego, si se acepta, tocará el turno de explicar bien lo que supone a los vecinos, para que le vean sus ventajas, porque las tiene", explicó Miguel Rodríguez.

La propuesta de cambios en cuya elaboración han partido los profesionales sanitarios apunta, como ya se sabía, a la conveniencia de que a partir de las 15 horas sean sólo cuatro los centros de Primaria que atiendan urgencias, los mismos que ya están abiertos de ocho de la tarde a ocho de la madrugada. Esos son: La Calzada, Puerta la Villa, El Llano y El Parque-Somió. Así, los centros de El Natahoyo, Perchera, Laviada, Contrueces, Severo Ochoa, Roces Montevil y El Coto dejarían de recibir pacientes a partir de las 15.00 horas. "Se han medido distancias, tiempos de traslado y muchos parámetros y creemos que es totalmente asumible", sostiene el gerente.

El beneficio de unificar las urgencias es concentrar personal y evitar, como ocurre ahora, que haya muchos puntos abiertos con sólo un equipo (un médico y una enfermera) al frente. En concreto, advierte Rodríguez, "ahora hay siete puntos de los once abiertos que son unipersonales", y eso a veces es conflictivo porque "los profesionales se sienten más desprotegidos y genera inseguridad e intranquilidad cuando hay que salir a hacer un domicilio y el centro se queda sin atención", explica.

El aumento de personal se haría, además, teniendo en cuenta los horarios de más demanda de urgencias. "El estudio de los profesionales demuestra que la atención en urgencias se concentra sobre todo en determinadas horas. Por semana las urgencias suben a partir de las 17-18 horas, y va en aumento hasta la noche, en que disminuye. Y los fines de semana la demanda va subiendo a partir de las once y a las 13 horas es el pico mayor", comentó Rodríguez. Respecto a la redistribución de población la idea que se plantea es, sobre todo, descargar de presión al centro de El Llano con una demanda de muy superior al Parque-Somió, el que menos registra. "Se podría intentar compensar mejor la población", señaló el gerente. El Llano concentra en horarios de 20 a 8 horas a la población de los centros de Contrueces, Severo Ochoa y Roces-Montevil, además del consultorio de Vega-La Camocha. Parque-Somió sólo recibe a su población y a El Coto.