Se colocaba ayer la primera piedra de la futura nueva iglesia de la parroquia de Santa Olaya, y el arzobispo de Oviedo, Jesús Sanz Montes, apelaba a las "piedras vivas" para "dar un sentido" a la obra. "Lo más importante es constituirnos como piedras vivas en la casa que habita Dios", indicó en el acto de bendición de la "primera piedra" del edificio diseñado por el arquitecto Chema Cabezudo.

Fue un acto emotivo y sencillo, como también lo será el templo de nueva factura. En la urna fundacional quedaron enterrados los periódicos del día, un libro de la catequesis, una biblia, una botella de sidra, una insignia del Sporting, lecturas y cánticos de los diferentes grupos parroquiales y hasta vales de ayuda de Cáritas a los más necesitados, como ejemplo y símbolo de todo lo que se hace desde una parroquia que espera con entusiasmo su nueva ubicación. Porque hace ya 24 años que ocupan un pequeño bajo sin apenas luz y ahora dispondrán de un espacio más digno.

Será la culminación de las aspiraciones de una parroquia peleona, como el mismo Sanz Montes reconoció en su intervención. Porque ya en su llegada al Arzobispado tuvo conocimiento directo de los de Santa Olaya. "Cuando llegué a Asturias hicimos una misa en la iglesia de San José, y empezaron a venir numerosas personas que se presentaban diciendo: somos de Santa Olaya, a ver cuándo se hace una parroquia", rememoró entre las risas del centenar de asistentes.

Ha querido el destino que el párroco fuera entonces Antonio Nistal, hoy en día Ecónomo de la diócesis. Y ayer, como encargado de los dineros eclesiásticos, asistió con enorme sonrisa al cierre del círculo que empezó precisamente él mismo con sus fieles, reclamando ya hace años un templo digno para la parroquia. Junto a él también estuvieron presentes el párroco actual, Fernando Díaz, así como el Vicario, Adolfo Mariño, o el párroco de San Nicolás, Fernando Fueyo.

El plazo de ejecución de las obras, con un coste superior a los 700.000 euros, es de unos nueve meses. "Casi un parto", señaló el Arzobispo antes de hacerse una foto con los asistentes, fieles de la parroquia "entusiasmados" con el proyecto y el equipo encargado de sacarlo adelante, con Chema Cabezudo hijo y los constructores a la cabeza.

La iglesia, que se ubica en una zona de parque próxima a las instalaciones del Club Santa Olaya, se construirá con formas sencillas y estructurada en tres espacios principales: un templo central, una zona de despachos parroquiales y salones polivalentes y un campanario para dotar de unidad al conjunto.

Cabezudo ha querido imprimir un sello de "humildad y sencillez" a la obra, en la que se ha primado la entrada de luz con líneas depuradas en el diseño. El interior albergará a 250 fieles sentados, y también se dispondrá de una capilla de diario para celebraciones menos concurridas.

Los materiales elegidos son el ladrillo visto en color blanco y la madera, también blanca en la estructura de la cubierta. Se abrirán ventanales verticales rasgados en la fachada este para facilitar la entrada de luz natural y se creará una gran cruz en el muro principal con un efecto de "negativo", de forma que ofrezca un efecto luminoso singular. Los parroquianos se han mostrado "felices y emocionados" ante el inicio inminente de unos trabajos que devolverán a Santa Olaya el lustre que siempre quiso tener.

El Arzobispo, por otra parte, señaló que aún siguen a la espera de noticias del Vaticano con respecto al posible nombramiento de un nuevo obispo auxiliar. "Pedido está, pero en este momento también hay un reajuste y ahora no es tan frecuente que nombren obispos auxiliares", indicó Sanz Montes antes de recordar que "Oviedo desde que es Archidiócesis siempre ha contado con esta figura". "Está pedido, el Papa lo sabe y ha recibido mi carta; espero que antes o después nos lo concedan por el bien de la diócesis", resumió. En el caso de que el Santo Padre lo autorizara, se propondría una terna de nombres de la que saldría nuevo obispo.