La condena a dos años de prisión impuesta al batería del grupo musical madrileño "La La Love You", Rafael Torres, ya es firme. La sección octava de la Audiencia Provincial de Asturias ha desestimado el recurso presentado por el músico después de que el Juzgado de lo penal número 1 de Gijón le considerase culpable un delito contra agente de la autoridad y otro de lesiones después de agredir a dos policías tras dar un concierto en Gijón en octubre de 2014.

El tribunal, presidido por Bernardo Donapetry, niega la vulneración del derecho a un proceso con todas las garantías y la vulneración del derecho a la presunción de inocencia. Sobre el primero, el juez sostiene que "no se dice qué garantías ni qué preceptos legales" fueron transgredidos. Respecto al segundo argumento de Rafael Torres, el fallo es más contundente. "Es patente que en este proceso han existido no una sino varias pruebas válidas, de cargo y practicadas con todas las garantías", dice el texto. Pruebas como la grabación de las cámaras de seguridad, las declaraciones del acusado y los testigos y los informes médicos. Todo ello sirve, según sentencia, para enervar la presunción de inocencia y condenarle por esos dos delitos.

Una de las pruebas en la que se cimentó la defensa del músico fue unas imágenes que filmaron el altercado. "Lo fundamental y relevante de este asunto no es la grabación -que no es nítida ni completa- sino los hechos indiscutidos de que el acusado primero salió huyendo y luego forcejeó con los policías", sostiene la sentencia. Un forcejeo en la zona de Fomento que concluyó con un agente que precisó tratamiento médico por las lesiones y otro con lesiones leves.

Todo sucedió tras un concierto en Gijón del grupo "La La Love You" en octubre de 2016. Dos agentes de paisano, que exhibieron sus placas le requirieron que se identificase al considerar que estaba tratando de huir, encapuchado y de forma apresurada, de la zona de Fomento donde se había producido una reyerta. Rafael Torres abandonó el lugar a la carrera y los agentes fueron tras él. Al ser interceptado propinó una patada en la boca que le saltó dos dientes y patadas en la mano derecha y piernas del otro funcionario.

Además de los dos años de cárcel, uno por cada delito, Rafael Torres deberá indemnizar con 279,99 euros al hijo de uno de los policías y con 12.209,30 euros al otro. Ambos agentes estuvieron representados por Silvia Garrido Galindo, letrada de la Confederación Española de Policía (CEP).