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PABLO MONTES GÓMEZ | Acaba de doctorarse con una tesis sobre la formación de la democracia en España

"El encaje de Cataluña en España ha sido complejo y se ha hecho desde Madrid"

"No creo que la mayoría de los catalanes esté por la independencia, pero sí a favor de que la cuestión se vote a través de un referéndum"

Pablo Montes Gómez. MATÍAS GALEANO

Acaba de recibir el doctorado en Historia por la Universidad de Oviedo con la tesis "La Formación de la democracia en España. Una historia popular de la génesis de la República vista desde Barcelona (1913-1931)", dirigida por los profesores Francisco Erice y Francisco Morente, y por la que ha logrado la calificación de sobresaliente "cum laude". Ese interés por las clases populares le viene al gijonés Pablo Montes Gómez (1982), quizás, por vía familiar. Es hijo de dos históricos de la izquierda política y sindical asturiana: la fallecida Suni Gómez y Jesús Montes Estrada, excoordinador de IU de Gijón y concejal durante años. "La simpatía por el empoderamiento de las clases populares es algo que he respirado en casa", confiesa. Reside en Barcelona, donde ha hecho un máster, y durante algún tiempo vivió en Moscú, mientras su compañera hacía su propia tesis, dando clases de español.

-¿Qué le ha llevado a redactar esta tesis?

-Hice la tesina sobre el período final de la dictadura, un estado de la cuestión sobre los estudios. Me di cuenta de que no hay mucho sobre el origen y el final de la dictadura de Primo de Rivera. Lo que me interesaba era ver cómo se vino abajo, pero desde el punto de vista de la historia popular. Quería comprobar cuál había sido el papel del movimiento obrero en la llegada de la Segunda República.

-¿Y cuál fue ese papel?

-Fue más importante de lo que se suele admitir. Juega un papel capital. Digamos que era la punta de lanza de un movimiento mucho más amplio. De ahí la idea de la tesis de analizar las clases populares, que no se agotan en el movimiento obrero.

-A usted le interesa el concepto gramsciano de hegemonía. ¿Los partidarios de la república logran, en esos años, formar un bloque hegemónico frente a otro?

-Buena observación. El movimiento obrero es la punta de lanza que hace caer la dictadura. En el período de entreguerras está en su cénit histórico. En esta tesis analizo cómo, a finales del siglo XIX, ese movimiento obrero empieza a separarse de las clases burguesas y a conformarse a principios del siglo XX. Y a partir de la Gran Guerra pasa a ser la principal preocupación del régimen de la Restauración (alfonsina) para mantenerse. Se dice que con la Revolución rusa, ese movimiento ya se separa completamente de la clase media. Yo creo que no es exactamente así, sino que empiezan a hablar en otros términos y el primero construye una hegemonía alternativa al régimen liberal.

-Pero parece evidente que la Segunda República nace desde las aspiraciones de una cierta burguesía ilustrada. ¿Confluyen intereses?

-Sí, en el caso catalán, que es en el que yo me baso, hay una amplia confluencia entre los líderes del republicanismo y el movimiento obrero. Hacia el año 30 se ve que hay algunos acuerdos. Lo interesante es comprobar cómo el empoderamiento de los republicanos se debe a la movilización social. El movimiento obrero y las clases sociales plantean desafíos y crece la autoridad política de los republicanos.

-¿Por qué decide estudiar todos estos fenómenos poniendo el foco en Barcelona?

-Me había trasladado a Barcelona, donde hice el máster, la tesina y el doctorado. Aquí hay mucha documentación recogida y bastantes más facilidades para la investigación. El movimiento obrero barcelonés tenía la particularidad de que era básicamente anarquista. De ahí el interés de ver cómo actúa ese movimiento cuando tiene pocas vinculaciones orgánicas. Y uno se da cuenta de que, sin embargo, hay un proceso general análogo en todo el estado español.

-¿Por qué elige la fecha de 1913 como fecha de partida de su tesis?

-Bueno, hay capítulos en los que me remonto a la Atenas clásica o a principios del siglo XIX. El año 1913 es el previo al estallido de la Primera Guerra Mundial, así que me permite establecer una foto para ver cómo cambia el paisaje con la constitución del Gobierno provisional de la República.

-¿Cuánto ha influido E. P. Thompson y "La formación de la clase obrera en Inglaterra en su tesis?

-De Thompson tomo algunas cosas. Su tesis es que la clase obrera es resultado de un proceso cultural de formación, y mi idea es que la democracia es también un proceso cultural de formación. A la conciencia democrática le ocurre como a la de clase: igual que vienen se van. En estos términos, la llegada de la República es un proceso consciente que se concreta a partir de la Primera Guerra Mundial y la Revolución Rusa con el hundimiento del mundo liberal.

-Reside en Barcelona, ¿cómo ve el actual proceso independentista catalán?

-El encaje de Cataluña en España es complejo y siempre se ha hecho desde Madrid. No creo que la mayoría de los catalanes esté a favor de la independencia, pero sí a favor de que la cuestión se someta a votación, de que haya un referéndum y otro tipo de encaje. Lo que tenemos ahora es una ausencia de alternativas políticas, con el inmovilismo del PP.

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