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SAÚL CRAVIOTTO | PIRAGÜISTA Y PREMIO NACIONAL DEL DEPORTE 2016

El palista que sueña con ganar su quinta medalla olímpica y "Masterchef"

La fabada es uno de sus platos favoritos y se le da muy bien cocinar tortilla de patata "poco crudita" y los arroces

El palista que sueña con ganar su quinta medalla olímpica y "Masterchef"

Cuatro medallas en tres Juegos Olímpicos y el sueño de ganar la quinta en 2020 en Tokio. Su última distinción ha sido esta misma semana el Premio Nacional del Deporte por su gran año 2016, con las medallas de oro y bronce en los Juegos de Río de Janeiro. El piragüismo es la gran pasión de Saúl Craviotto (Lérida, 1984), que ya se considera un gijonés más. A la ciudad llegó hace 17 años. Pero ahora se ha cruzado otra inquietud en su camino: la cocina. Craviotto se encuentra concursando en el programa televisivo "Masterchef", y su gen competitivo y de superación hace que no se planteé otra situación que no sea la de ganar el concurso.

Hablar de Saúl Craviotto significa hacer mención a los valores del deporte, al trabajo, dedicación, superación, sufrimiento y también hablar de éxito. Porque este palista ya ha ganado cuatro medallas olímpicas, siete en mundiales y cuatro en europeos. Metas que quizás nunca imaginó cuando empezó a probar en el piragüismo porque era un deporte que realizaba su padre, y al final le acabó gustando mucho más que el kárate, la natación o el fútbol.

A Craviotto siempre se le conoció por su gran trayectoria deportiva, en especial en los Juegos Olímpicos. Primero con Carlos Pérez, "Perucho", con el oro de Pekín 2008, después en solitario con una plata en Londres 2012, y después con el doblete de Río en 2016 con el oro junto a Cristian Toro y con el bronce en solitario. Esas experiencias y los valores adquiridos los ha contado en su libro "Cuatro años para 32 segundos", otro de sus logros personales, ya que le ha servido para aportar su grano de arena a nivel social. "Es importante que las personas con relevancia puedan aportar cosas a la sociedad, los deportistas somos ejemplos para los niños y tenemos la responsabilidad de lanzar mensajes de valores", reconocía esta semana Craviotto en una entrevista en LA NUEVA ESPAÑA.

Catalán de nacimiento, se considera gijonés de adopción. Llegó para hacer prácticas de Policía Nacional a la ciudad, y se enamoró de Asturias y de Celia, una gijonesa que le hizo quedarse en Gijón, a la que pidió matrimonio en Londres en los Juegos de 2012 en Picadilly Circus, y con la que se casó en septiembre de 2013 con una gran sorpresa: una piragua llena de gominolas regalada por sus amigos. Con Celia tuvo a Valentina, que en pocas semanas tendrá una hermanita. "Que le pase algo a mi hija es mi mayor temor", reconoció públicamente el piragüista. En breve ese miedo se multiplicará por dos.

Ahora es un asturiano más, que lleva el orgullo de la tierra en el programa televisivo "Masterchef" junto a otros famosos, y por el que ha adquirido una gran notoriedad. A Craviotto no le molesta, ya que considera que es una buena publicidad para el piragüismo. Además esta experiencia le ha permitido descubrir su afición a la cocina, un mundo que no se había atrevido a probar anteriormente. Uno de sus platos preferidos es la fabada, y su paso por "Masterchef" le ha hecho ser un gran especialista de la tortilla de patata "poco crudita", uno de los platos que mejor elabora junto a los arroces y también algunos pescados y platos de cuchara.

Craviotto es de los que se toma a rajatabla la preparación en los periodos competitivos. No se concede ni un solo capricho cuando tiene entre ceja y ceja su objetivo. Ni siquiera para disfrutar con una pieza de bollería industrial, que le gusta pero no la come nunca. Amante del deporte, de pasar tiempo en familia, y disfrutar de las playas de Gijón y Asturias, al cuatro veces medallista olímpico le encanta disfrutar de la música del grupo "Coldplay".

En Gijón compatibiliza su trabajo en el Cuerpo Nacional de Policía con los cambios de turno que le dejan sus compañeros para poder entrenar. Su primer caso como policía en Gijón le marcó, ya que le tocó intervenir en un caso de un chico que se quería suicidar.

Asentado en Gijón, está preparando el largo camino hacia Río de Janeiro donde intentará conseguir su quinta medalla, y superar además a un referente para él, como el gallego David Cal, que consiguió medallas en tres Juegos Olímpicos diferentes también en el agua. Pero hasta 2020 aún le queda un largo camino que recorrer, y en medio le toca vivir, desde fuera de su tierra, el conflicto catalán. "No sé cómo acabará el sinsentido que está arruinando Cataluña; mis padres y mis hermanas siguen en Lérida y yo lo estoy pasando mal", cuenta Saúl Craviotto, uno de los mejores deportistas españoles de todos los tiempos, y que Gijón ha tenido de momento la suerte de disfrutar de su presencia en la ciudad en la última década como si fuese un "playu" más.

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