La Ciudadela de Celestino Solar abre hoy de nuevo sus puertas al público, tras permanecer meses cerrada mientras se realizaban importantes obras de reparación y mejora del recinto y las edificaciones. Se han ejecutado nuevas cubiertas, saneamiento en solados y paramentos, sistema eléctrico, iluminación, impermeabilización, fontanería, pintura, y otros trabajos. Por otra parte, se ha rediseñado enteramente la museografía del espacio, con nuevos contenidos en sus exposiciones permanente y temporal, a las que se une, como gran novedad, una cuidadísima recreación de una vivienda obrera.

Se recupera así, su destacado carácter único en la oferta cultural de la ciudad de Gijón y su valor indudable como institución dedicada a reivindicar la historia del hábitat obrero asturiano.

Desde el Consistorio se destaca que el grueso de estas tareas se ha realizado directamente con medios propios, tanto de los Planes de Empleo del Ayuntamiento de Gijón, como por el personal técnico del Museo del Ferrocarril, de quien depende, incluyendo la presencia de especialistas de reconocido prestigio en la materia.

La Ciudadela de Celestino Solar se había inaugurado inicialmente en abril de 2003 como museo de sitio con la finalidad de dar a conocer, a través de este modelo de vivienda, las condiciones de vida de la clase obrera gijonesa desde fines del siglo XIX hasta el último cuarto del siglo XX.

Con las últimas actuaciones, se decidió dotar a la ciudadela de unos nuevos contenidos museográficos. Para ello se intervino en los siguientes espacios:

Pasillo de entrada: A ambos lados del mismo se instalaron paneles con diferentes dibujos de gran formato de los distintos espacios de la ciudadela, desde el pasillo de entrada hasta el interior de una de las casas, realizados por el dibujante Neto.

Patio grande: Paneles exteriores de contextualización de la ciudadela en el marco general de la industrialización asturiana y gijonesa y en el específico de la vivienda obrera. Se trasladan desde su ubicación en el patio pequeño, al patio grande y se dotan de nuevos contenidos.

Cambio de las circulaciones. La nueva ubicación de los paneles en el patio grande dirige el recorrido desde el pasillo hacia la izquierda donde se sitúa la información general para pasar al patio pequeño.

Exposiciones temporales. Dos salas destinadas a exposiciones temporales en las viviendas sin tabicar del volumen de viviendas reconstruido en el patio pequeño. En ellas se ha instalado una muestra sobre la vivienda obrera en Asturias, comisariada por las especialistas en vivienda obrera en Asturias Nuría Vila y María Fernanda Fernández

Exposición permanente sobre la propia ciudadela en la casa nº 2 del patio pequeño.

Recreación del interior y exterior de una de las viviendas hacia los años cincuenta del siglo XX en la casa nº 1. Ha implicado la reconstrucción de la propia vivienda y la dotación completa de mobiliario de época y ajuar.

Una de las bases que ha regido todas las actuaciones fue la de remarcar el contraste entre el aspecto y características de la vivienda que se recuperó en su morfología en el momento de habitación, con el resto de las viviendas que mantienen una estructura similar a la histórica pero que se adecúan a una mera utilización expositiva. El resto del espacio mantiene un uso polivalente, de tal manera que los choques visuales y de uso reafirman el mensaje a transmitir, y permiten que el espacio cobre una mayor calidad para uso cultural y ciudadano.

Además, se ha actualizado su discurso, con un cambio de ubicación que pretende que todos los espacios de la Ciudadela tengan un tratamiento museográfico similar, permitiendo, además, la creación de un nuevo recorrido que va de los aspectos más generales, a los absolutamente particulares.

Del mismo modo, se enclavará en su interior una pequeña exposición permanente que explica el significado y la historia de la Ciudadela de Celestino Solar, permitiendo al visitante comprender y contextualizar el espacio.

Sin embargo, la actuación más llamativa ha sido la adecuación histórica de una de las viviendas mediante objetos y muebles en base al proyecto de recuperación del aspecto de la misma hacia los años 40 del siglo XX. Estos trabajos incluyeron también una completa reforma de albañilería, pintura y carpintería para recuperar el aspecto de una de las viviendas, según muestran las investigaciones históricas realizadas.

La dotación de mobiliario y ajuar, gracias esencialmente a objetos donados por varios benévolos, completa el espacio recreado, que permite conocer cómo era la vida cotidiana de las familias que habitaron estas casitas en los duros años de la posguerra.