Las entidades conservacionistas reclamaban que se prohibiera como uso autorizable la organización de ferias y mercadillos en el parque de Isabel la Católica. Sin embargo, el nuevo Plan de Uso y Gestión del pulmón verde de la ciudad autoriza que se pongan en marcha "eventos de pequeña entidad que no generen ruido ni produzcan daños o deterioros en cualquier elemento físico o natural del parque".

El plan fue aprobado ayer en Junta de Gobierno, paso previo a su ratificación por el Pleno, y sin grandes novedades. Las actividades comerciales como la cafetería o la colocación de puestos de venta ambulante deberán estar expresamente autorizadas por el Ayuntamiento. Pero no prohibidas de raíz, como solicitaban algunas entidades conservacionistas al entender que es un lugar de tranquilidad y pueden afectar a su biodiversidad. En todo caso las actividades deberán contar con la autorización expresa del servicio responsable de la gestión del parque, para lo que se deberá presentar una solicitud que describa con detalle las actividades. Queda prohibido, eso sí, y con arreglo a una instrucción del Ayuntamiento, producir ruidos " a más nivel sonoro de lo tolerable por las personas y fauna propia del espacio" , así como los conciertos o la circulación de vehículos.

Entre las actuaciones propuestas figura la erradicación e de las especies invasoras como las tortugas de Florida o los cangrejos rojos americanos, así como la vigilancia de la población de cotorras de Kramer silvestres para evitar que se asienten en el parque, la búsqueda de alternativas para la valla perimetral electrificada que impide la entrada de nutrias o la edición de un plano-guía divulgativo con itinerarios culturales y naturales o la creación de un punto de información sobre el parque en la zona cercana a los estanques, para los que también se propone una recuperación ambiental.