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Las sinergias del gigante siderúrgico con Gijón

Una ingeniería local automatizará las nuevas baterías de coque de Arcelor

Iturcemi ha sido seleccionada también para desarrollar la unidad de captación y filtrado de polvo de carbón con el fin de reducir al máximo las emisiones

Fernando Couto y José Luis López, ayer en las instalaciones de Iturcemi en Gijón. ÁNGEL GONZÁLEZ

La empresa gijonesa de ingeniería Iturcemi acaba de ser elegida por la multinacional alemana Siemens para automatizar las nuevas baterías de coque de ArcelorMittal en Gijón. Un proyecto que supondrá cerca de 2,5 millones de euros de inversión y que se completa con otro proyecto para automatizar la captación de y filtrado de polvo de coque para reducir al máximo las emisiones contaminantes.

El proyecto de automatización supone para la empresa gijonesa un volumen de más de 30.000 horas de programación y la implementación de las nuevas tecnologías en automatización industrial y sistemas de control de procesos. Iturcemi competía a nivel internacional para desarrollar este proyecto, pionero en cumplir con las últimas normativas internacionales de seguridad industrial y en aplicar tecnologías de digitalización para avanzar hacia la llamada industria 4.0. Con ello se centralizará el control de las máquinas de coque, los subproductos, un total de 90 hornos, depuradoras, cintas o circuitos de gas, tal y como explicó ayer el consejero delegado de la empresa, José Luis López.

Los gijoneses también han sido seleccionados, en este caso por la empresa germana HUDE, para el proyecto llave en mano eléctrico y de automatización de la unidad de captación y filtrado de polvo de coque, y se encuentran asimismo inmersos en otros procesos de colaboración con ArcelorMittal para robotizar el parque de grúas, modernizar diversos sistemas de control en otras plantas y desarrollar simulaciones de procesos de forma virtual.

Con ello la ingeniería gijonesa recibe un importante espaldarazo y se sitúa en primera fila internacional en el diseño y ejecución de este tipo de proyectos. Nacida como pequeño taller eléctrico, dispone también de un taller en Lloreda y ya cuenta con una plantilla de 125 trabajadores de los que cerca de 70 son ingenieros. Además, cerca de una veintena de esos ingenieros "son profesionales que vuelven a trabajar a casa después de haber estado fuera", explica López. En la actualidad también ejecutan un proyecto para Serbia junto con TSK, además de varios trabajos internacionales "con ingeniería hecha aquí y con muchos alumnos recién graduados de la Politécnica".

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